- Tu padre estaba llamando.
- ya lo sé- respondió él secamente, y se quedó una vez más pensativo, desde hace algunos días, sin una razón aparente Umi había estado un poco distante y mucho más fría de lo que jamás había sido.
-¿Quieres un café?- murmuró ella acercándose a la máquina expendedora.
-no...
- bien...tampoco yo...
Caminaron de prisa hacia el metro después de haberla invitado a cenar al departamento de su padre, para ver si de alguna forma lograba entenderla, pero no era fácil de doblegar.
-…¿De verdad pensabas no decírmelo?- suspiró ella de pronto. La miró de reojos, suponiendo ignorancia- Por alguna razón sospeché de esa chica...- aseveró.
Umi por su parte notó que el rostro de Hiroki se volvía más pálido de lo habitual. Él la siguió por la escalera para alcanzar el andén, supo de inmediato a quien se refería.
-Pero ella no me interesa.
-...¿de verdad? No se vio tan así...mientras la besabas.
Se hizo un incómodo silencio a pesar del ruido del metro llegando a la estación.
-…¿estabas...ahí?
-si te llamé fue porque te buscaba...-suspiró pesadamente- No soy celosa, pero dejaste que ella te besara...
-…Umi…lo siento.
-también yo lo siento...y por favor no quieras hacerme creer que eres inocente…y aléjate de mi lo más que puedas.
Hotaru, que le había hablado esa mañana para contarle respecto de la extraña carta que había recibido, se quedó mirándola sorprendida tras de escuchar la razón por la cual lucía desanimada, así que prefirió retractarse.
- ¿De verdad...le dijiste eso?
- suena gracioso ¿verdad?- suspiró- estaba enojada…aun lo estoy.
-…lo siento.
- sé que Hero es…es popular, pero siempre ha sabido poner límites…Me preocupa que ahora actúe tan despreocupado.
-…él…siempre parece tan maduro- respondió pensativa.
- ¿crees que…de alguna forma, haya dejado de preocuparse por nuestra relación?
Levantó la vista, un poco apenada por Umi…no, en realidad apenada por ambos. Sin haber tenido una relación siquiera podía imaginarse que de un momento a otro la otra esa persona dejara de sentirse interesada. Al intentar ponerse en su lugar, se le apretó el pecho.
- Le dije además que no me buscara y creo que se lo ha tomado muy en serio, ni siquiera se me saludó en clases.
Como casi no solía suceder fue ella quien la rodeo con sus brazos, el cabello cobrizo de su amiga olía a lavanda, Umi le correspondió, haciéndole descubrir que también estaba ansiando un abrazo.
Dado que ninguna de las dos tenía apetito apenas probaron sus almuerzos. Estaba por proponer que podían caminar a la cafetería por una bebida cuando divisó a Keiji a pocos pasos.
- Supuse que estarían acá- musitó con una ligera sonrisa- el clima está agradable para dar un paseo.
Sonrió aliviada, no habían hablado hace varios días y era el momento justo en el que estaba necesitando su cuota de energía.
- ¿Ya almorzaron?
- puedes comer lo que queda de mi sándwich.
- también tengo algo de comida- la siguió Umi.
Keiji se sentó en el césped frente a ambas.
- Momo dijo que el nuevo pan de melón de la cafetería está delicioso, creo que deberé compensarlas.
- no hay problema, podemos dejarlo para otro día- sonrió Umi incorporándose- aún tengo cosas que hacer en la biblioteca…
La miró de reojos ante tan repentina decisión, pero su amiga le sonrió, y cargando sus cosas caminó ahora en dirección al edificio. Ambos se quedaron en silencio hasta tenerla lo suficientemente lejos.
- ¿Ya han decidido que harán para el festival escolar?- musitó Keiji con entusiasmo.
- supongo que lo haremos en la próxima clase- normalmente solía aceptar lo que prefiriera la mayoría de sus compañeros.
- deberías proponer vender algunas de tus preparaciones, lo he pensado y creo que al menos las galletas serían populares.
Suspiró por la nariz, sabía que su amigo solía exagerar al respecto.
- en ese caso debería robar la receta de la panadería – se excusó- aun no he descubierto cuál es la cantidad exacta de cada ingrediente.
- sé que lo harías bien- sonrió apoyando una mano sobre su cabeza.
Se sintió un poco avergonzada, era esa actitud amable y despreocupada de Keiji, por un segundo pensó en mencionar algo respecto a su carta, pero de hacerlo, le habría transmitido esa la incertidumbre con la que cargaba, llevándose consigo esa sonrisa que tanto le agradaba.
La acompañó de vuelta al salón, donde saludaron a Ryo. Keiji por su parte sorprendiéndose por su actitud hacia ella mucho menos distante, Hotaru también parecía menos incómoda con su presencia, y a pesar de lo que eso pudiese significar, se alivió por ella.
No se habría sentido con la confianza suficiente para molestar a Jun de no ser porque todos a su alrededor necesitaban combatir sus propios asuntos y ya casi no podía tolerar la incertidumbre que incluso le había impedido dormir con tranquilidad. No tenía clases de música esa tarde, pero él fue quien le habló preguntando si se había animado a hacer algo con la información que había conseguido en Blue Notes aquella tarde. No le respondió, pero a penas salir de clases se apresuró a la sala de música.
Un par de alumnas de primero parecían interrogarlo, él parecía querer despedirse pronto, y se preguntó si así de penosa se había visto ella pidiéndole que la dejara reintegrarse. Lo examinó con detención mientras se acercaba, con sus anteojos y cabello peinado volvía a lucir como un profesor.
- Por alguna razón supuse que vendrías- murmuró con aire condescendiente.
-…¿no tienes ensayo con el coro ahora?
La hizo pasar y cerró la puerta.
- no, y si no es mucha la molestia- sacó un cigarrillo del bolsillo de su camisa y lo encendió- sólo quiero saber si has hecho algo con la información que conseguí.
Dejó su bolso sobre uno de los escritorios, sacó uno de los libros de su padre en el cuál había metido la carta.
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Editado: 05.05.2025