Light [1]

4. Solo es una pequeña caída

Rous

"La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz"
- Proverbio escocés.

Siempre he logrado todo lo que me he propuesto, con dificultad a veces, porque nada en esta vida es fácil. Todas mis metas y sueños las voy realizando poco a poco sin apuro y sin presión. Sé que soy una chica muy difícil de tratar, me fascina ser ruda con los demás a veces, pero la vida te enseña en quién debes confiar y en quién no.

Vengo de una familia donde todos son sencillos, y la humildad corre por nuestras venas, según papá, hasta que fui creciendo y comportándome un poco rebelde. Pero nunca fui mala en realidad, solo soy mi verdadera yo. Aunque ellos no saben que mi hermano mayor Hero es el más insoportable, se le pasa rompiendo los corazones de las chicas y nadie le dice nada.

Mi hermana menor, por otro lado, es la más callada, cariñosa y un pan de amor. Mis padres sí dicen que lleva sus genes. Yo soy prácticamente la del medio. Todos piensan que quiero llamar la atención por mi forma de ser porque siempre me visto bien, nunca ando mal arreglada y no me gusta la suciedad, pero tras ese estilo que uso, no me siento quien debería ser, solo mi amiga Luna sabe en realidad quién soy y el trauma por qué soy en la actualidad.

Mientras vamos camino a casa en la camioneta de Cole. Voy pensando en todo lo que pasó esta noche, todo parecía de película. Sé que Luna me esconde algo y no me quiere decir. Lo noté por la forma que se agarraba la pulsera de corazones, la misma pulsera que nos compramos las tres cuando teníamos siete.

Y lo voy a descubrir, cueste lo que me cueste. Pero por ahora quiero disfrutar de mi compañía con Cole, aunque vaya Luna y Star, ellas nunca me estorban más bien. Me fascina que estén conmigo.

Es que me gusta mucho Cole. Lo conocí el verano pasado, porque es un chico de intercambio, viene de Nueva York, y aunque lo conozca poco, en realidad me gusta mucho. En vista de que vamos en la camioneta, él me agarra la mano, y no aparto la mía.

Sus manos son ásperas y están frías, por el frío de la noche. Él aparta su vista un segundo del camino para sonreírme, le devuelvo la sonrisa esperando que se me declare algún día.

—Rous, Hero está molesto — me avisa Star, solo me volteo un poco para notar que ella está viendo la pantalla de su celular.

— ¿Pero le explicaste que ya íbamos de regreso a casa?—le contenta y vuelvo mi mirada a la carretera.

—Sí, pero me dijo que está furioso. — Me respondió asustada. Si no la conociera bien, yo también estaría asustada por el problema que me van a formar.

Pero tengo que demostrarle que soy fuerte y que no estoy asustada.

<<Sí, la adulta y tal. >>

— ¿Espero que no haya llamado a mis padres? Porque mañana no amanezco viva. — dice Luna preocupada, pero a la vez calmada, la veo por el retrovisor y sé que está pensando en todo lo que pasó esta noche.

Algo esconde.

— ¿Cómo está tu pie?—le pregunté.

—Estoy bien, después de todo no fue una gran caída. — Sus ojos se conectan conmigo, pero captó el movimiento en su pulsera.

—¿Si quiere, paramos por aquí y te compramos una bolsa de hielo? Así te las coloca en el pie— sugiere Cole, dando la vuelta en la esquina para llegar a la tienda de la señora Carmen—, es la única que está abierta todo el día por 24 horas.

— ¡Dije que estoy bien! y si la señora Carmen nos ve, le va a ir con el chisme a nuestros padres. — responde Luna un poco molesta sacando su móvil del bolsillo, excusa para no hablarle a Cole.

Siempre le cayó mal desde el primer día que los dos chocaron, según ella, nunca se disculpó y tampoco la ayudó. Nunca quise preguntarle a Cole, porque no me correspondía.

«Allá ellos con sus roces, pero más ella que no lo supera

—Luna. — le advierto cuando veo la intención de que no va a mejorar su carácter.

— ¡Qué?!— Inquiere apartando su mirada del móvil para mirarme a los ojos. Ella sabe que está haciendo mal. —Está bien, pero vas a entrar tú solito a la tienda y también comprarás algo para comer, para que la señora Carmen no sospeche. — Me da por reírme.

— De hecho iba a entrar yo solo, ¿si quiere te compro un helado o galle...?— vuelve a sugerir Cole muy amable ofreciéndole, pero Lu no lo deja terminar.

—No me gustan los helados y menos las galletas. Miente volteándole los ojos.

—Bueno, está bien, de toda forma lo voy a comprar y a ti, Star, ¿qué te traigo?

—Lo que sea — le contesta Star con una sonrisa.

—Bueno, a ti, mi Ángel caído del cielo, no pregunto por qué sé lo que más te gusta. — me dice mirándome a los ojos, estacionándose en el aparcamiento. Luego se baja de la camioneta y lo veo entrar a la tienda.

—"A ti, mi Ángel caído del cielo, no pregunto por qué sé lo que más te gusta", dice Lu en tono de burla entre risa. — ¿Sabe él que los ángeles caídos del cielo son demonios?

Mierda.

— ¡Déjalo en paz! sé que no te agrada, pero no es la razón para tratarlo así... ¡Y no sabe nada de los ángeles! Más bien, dime, ¿qué fue lo que pasó en el bosque? porque sé que no estaba diciendo la verdad cuando estábamos allá. — Me volteé en el asiento del acompañante para regañarla bien, la agarré por la barbilla para que me viera la cara, porque ella sabe que estoy hablando en serio.




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