Star
Al final suelto un suspiro, como si estuviera aguantando todo el aire.
Que yo jamás había notado que lo estaba reteniendo.
—Porque la amo. —Suelta de repente echando su cabeza hacia atrás y colocando su dos manos frente de su cara, como tapándose de algún recuerdo.
—Amar es una palabra fuerte. —le rectificó para que no confunda sus sentimiento.
—Yo sé. —Dice mirándome. — Pero nunca, pude explicarle lo que paso en realidad en el campamento. — se levanta de la silla y comienza a caminar poco a poco por toda la sala.
— ¿Y qué paso en realidad? Porque Luna tiene otra idea, y la de ella me convención. —le contesto cruzando mis brazos para que el vea que lo que tiene que decirme no se lo voy a creer.
Luna en realidad nunca nos contó nada, eso es lo que no sabe él. Si él llega a contarme lo que paso en realidad, cuando Luna salga de todos esto iré a confirma su historia.
—Una noche en el campamento Luna y yo estábamos…—se caya por un momento meditando las palabras que va a decir, se vuelve a sentar frente de mí y le hago señas para que continúe hablando. —Nos estábamos besando frente a una fogata, bajo la luz de la luna todo era hermoso. Ella se separó de mi un momento para decirme algo… creo que era acerca de un viaje escolar que su escuela iba a realizar para Canadá. —esa parte si se la creo, porque en ese tiempo no parábamos de hablar de ese viaje. — Ella me lo había mencionado antes y quería volverlo a mencionar, cuando la volvía a tocar no duro mucho tiempo para comportarse extraña. Yo sabía que había tenido una visión pero no me dijo. Le cambie el tema y le pregunte que si quería nadar a lago, ella se puso rígida y me dijo que se sentía mal que tenía un dolor de barriga y que tenía que volver a su cabaña para tomar una pastilla. Yo ya sabía que era mentira porque sabía que ella había tenido una visión pero no me lo quería contar.
—Ve al punto. — le digo impaciente.
Él me mira por un momento y sabe que no tengo toda la noche.
—Bueno la deje frente a su cabaña y me fui a buscar a clarisa, una chica que también iba al campamento, ella me estaba ayudando con un collar para Luna porque ella tenía un novio que trabajaba en una joyería, pero yo nunca se lo mencione a clarisa. Le había dicho que era para mi madre y se lo creyó... Además ella era muy coqueta con todos. —levanto una ceja como diciendo de que está hablando. —Que a cambio del collar quería que le pagara con un beso.
— ¡¿Qué?! ¡¿Tú la besaste?!—chillo sorprendida acomodándome bien en la silla, pero no estoy feliz. ¿Qué novio hace eso?— ¿le pagaste con beso o fue con sexo? Por lo que me dijo Luna, yo le creo a ella.
En realidad quería saber más del chisme, sabía que algo fuerte había pasado por la forma que Luna lo trataba.
—Voy a eso. —dice el volviéndose a parar de la silla. —Yo solo le pague con un beso, nunca tuve relaciones con ella. En la mañana siguiente fui hablar con luna pero no me salió por tres días y después se corrió el rumor que yo me había acostado con ella. —se le ve triste, se mueve al asiento a buscar algo de beber y se bebe toda una botella de agua mineral pequeña. —Cuando fui a buscarla, para hablar con ella. Ya era tarde, sus padres ya se la habían llevado.
No sé si creerle o no, solo sé que este chico es un profesional en mentir.
Dio más señales de indicio de mentir que de verdad, lo único que le falto fue llorar para terminar de aplaudirle.
Pero todavía no sabe si es verdad o mentira lo que dice.
—Buenas noches, chica. —Dice la enfermera entrando a la sala, Cristians y yo volteamos a verla. —Ya son las 10, me dijiste que te avisara.
—Ah, verdad. —contesto con una sonrisa de agradecimiento.
—Sígueme te llevare a su cuarto. ¿El chico también va quedarse con ustedes?—me pregunta y yo asiento, le hago una señal para que me siga.
Los dos seguimos a la enfermera por todo el pasillo hasta el cuarto de Luna que es el 112. Cuando entramos veo a Lu durmiendo muy tranquila, y se encontraba conectada a muchos aparatos.
—Este botoncito que está aquí...—dice ella apunto un botón rojo que está pegado a la pared. —Lo puedes presionar si la paciente vuelve a convulsionar o le está pasando algo más, al presionarlos nosotros vendremos rápido. —Yo asiento sabiendo de eso. —Vendré cada media hora para cambiarle las medicinas y revisar su pulso y ver su monitoreo. —Cuando ya está saliendo del cuarto ella se volteo y nos miró. —Hasta las seis de la mañana pueden estar aquí. —Cristians y yo asentimos.
Y después la vimos perderse por todo el pasillo, Cristians se sienta en un sillón que esta alado del carrito de medicinas y yo me siento en una silla que esta alado de luna, me acerco a ella y le agarro sus pequeñas manos. La tenia fría, deber ser porque aquí hacia demasiado frio. Agarre la sabana, se la subí hasta la garganta.
Para que se mantenga caliente.
—Lu, por favor recupérate. — lo digo más en susurro para que ella me escuche y no Cristians.
Cristians y yo duramos horas hablando hasta las dos de la madrugada, averigüe mucho de su vida. Es hermano de la plásticona de Anna Will y que sus padres lo habían mandado a estudiar con su tía a Canadá, a él no le gustó mucho la idea pero después la acepto. Tuvo que sobornar a su hermana para que convenciera a sus padres para que se lo trajera de vuelta a Treverlin y funciono. No me conto cual fue el soborno y tampoco porque volvió, se mantenía distante en esa parte.
— ¿Oye?—lo llamo mientras que él envía mensajes a su padre diciendo que se está quedando con unos viejos amigo.
—Mmm. —me dice quitando la mirada del celular.
—Vamos a decir que te creo… que en verdad te importa luna. —sé que soy un poco chismosa pero algo no me cuadra. — ¿Pero porque nunca viniste a Treverlin a recuperarla?—Él se levanta del sillón y se acomoda sentándose para mirarme a la cara.