Rous
Habían pasado un mes, nadie sabía de Luna. Mi mamá fue la última en hablar con ella, según lo último que le escribo fue que estaba con su tía. Le preguntamos a John para saber si él sabía algo y dijo que no, pero se le veía muy raro.
Muy poco venía a visitar a Star y si algunas de nosotras quería ir a su casa él se molesta y decía que no, o montaba una gran excusa, Star en serio estaba muy arrepentía por empujar así a Luna.
Dice que no sabía que era lo que la estaba pasando.
Esa tarde cuando Star la empujo y su cabeza pego con una piedra en un abrir y cerrar de ojos, ella ni Nathan estaban cerca.
Creímos que estaba en el hospital pero tampoco estaba, ni en su casa. No se encontraba por ningún lado, pensamos lo peor y no le encontramos más lógica.
Estaba secuestrada.
Corrimos hacia el bosque pero tampoco estaba, dejamos los días correr y John solo venía a decir que ella se encontraba bien pero en casa de su tía de Australia. No duraba mucho y se volvía a ir.
—Todo esto es mi culpa— decía Star mientras entraba por la puerta.
Había salido antes con mi hermano a ver como seguía Santiago. Al parecer el seguía mejor, según lo que le dijo la esposa.
—¡Por un vez en toda su estúpida vida deja de culparte Star!— la regaño mi hermano cerrando la puerta de un portazo.— Ya han pasado un mes, ella está en Australia con su tía. A lo mejor vendrá cuando comience las clases dentro de dos meses.—se dejó caer a mi lado.
—Yo no debí empujarla.—dijo ella caminando nerviosa de un lado al otro— Me odiara por eso.
—Deja de hablar estupideces Star.—dijo mi hermano frustrado.— Con quien tenías que hablar era conmigo, no con ella. Ella nunca te trato mal.— la puerta se abrió y todo volteamos a ver.
John entraba con Cole con algunas bolsas de comida que se ofrecieron temprano hacerme el favor. Yo no tenía cabeza para nada en todo el mes. El celular de Luna aparecía apagado, en su instagram o Facebook no había ni siquiera una publicación nueva.
—Yo creo que es mejor que todos salgamos a distraer nuestra mente un rato y si ¿vamos al centro comercial?—ofrecí amablemente.
Al rato de pensarlo, todos aceptaron.
Minutos después estábamos recorriendo el centro comercial en parejas menos mi hermano. Que decidió separarse el solo, yo estaba pidiendo un helado de vainilla cuando mi atención se la robo un chico al fondo del puesto de helado. Estaba hablando con una chica, lo cual ella tenía una capucha y parecía muy raro. El chico la agarro por la mano y la jalo, ella en ningún momento alzaba la cabeza pero el intentaba que lo hiciera.
Cuando el chico se volteo puede ver que era Nathan. Y no lo pensé, salí disparada hacia él sin pensarlo. El quedo en shock al verme todavía agarrándole la mano a la chica que todavía no mostraba su cara.
—¿Puedo hablar un momento contigo, si es que se puede?— le pregunte mirándolo a los ojos.
—Dame un momento. —dijo y volvió a llevar a la chica atrás del puesto. Le susurro algo en el oído y ella asintió débilmente, volvió a los segundos y me guio hasta un mesa apartada de todo. Mire a ver si veía a Cole pero él seguía en la cola de helado, me miro y le hice señas con las manos diciendo que ya iba.— ¿De qué quieres hablar?
— De aquella vez en el lago... ustedes no volvieron y creí...—no me dejo terminar.
—Creíste que la volvieron a secuestrar ¿verdad?—asentí. El comenzó a acomodarse en su asiento— Me pidió que la llevara a que su tía y eso fue lo que hice. Pero lo que hizo Star, ella nunca se lo va perdona eso fue lo que me dijo y si quieres mi consejo de amigo a amigo. — Se acercó para susurrarme algo—Nunca la abandones, esta dolía, sí. Pero no es excusa.
—Intentamos pero nadie quiere soltar donde está.—dije poniéndome muy triste.
Él volteo a ver a la chica y me volvió a mirar.
—Ve me tengo que ir, porque estoy ocupado ahorita pero si quieres la verdad búscala en su casa.— sin más se levantó hacia la chica y se fue.
Yo quede todavía procesando sus palabras.
¿Si quiero la verdad tengo que buscarla en su casa?
¿Qué casa? ¿La mía o la de ella?
Al carrizo todo esto me levante y me reuní con Cole de nuevo, dimos algunas vuelta para ver si volvía a encontrar a Nathan pero no estaba.
Se había ido.
Que podía decir ya eran las siete de la noche, estaba frente de la puerta de la casa de los Hill. Debatiéndome si tocar o no, escuchaba ruidos y risa. Me daba miedo lo que me podía encontrar. Me arme de valor y toque la puerta, a lo poco minuto alguien abrió la puerta y casi me da un infarto cuando veo a la señora Susie abriendo la puerta.
Ella no estaba en un crucero en alta mar ¿pues?
Ella se sorprendió mucho en verme y después reacciono dándome un abrazo
—Señora Susie yo creía...—no me dejo termina.
—Estaba cariño, pero tuve que regresar por un problema.— dijo ella invitándome a pasar, en la mesa estaba toda la familia reunida hasta el estúpido de Nathan. Se encontraba sentado alado de una chica que tenía la misma capucha que en la mañana. Por un momento pensé que podía ser Luna, porque Lara y Carly estaba observándome.— Perdona a mi familia mal agradecía que ni siquiera saludan ¿Quieres algo de beber?—yo negué.
—Quería saber cómo sigue Luna, me conto John que estaba con su tía en Australia.—mi mirada seguía pues en la chica de espalda con la capucha.
—¿John te dijo eso?— ella miro a John que estaba hablando con su papá y le dio una mirada de desaprobación.— Luna cariño ¿No piensa hablar con Rous?— pregunto la señora Susie con un tono de voz fuerte y alto. La chica movió la cabeza diciendo que no.— ¡Dios mío! Tú me diste tres chica que hablan y al parecer una de ella, el gato se le comió la lengua.— dijo irritándose.
Me jalo y me llevo hasta la mesa, Luna seguía con la cabeza agachada mirando su plato. Nathan me seguía mirando angustiado.