Limits ❃ Hyunin

 ♡ : CAPÍTULO XXV

 

Kilómetros de arena blanca y aguas cristalinas como las de una isla del Pacífico era lo que hacía especial a Hollow Bay. Allí, el sol siempre parecía más brillante, el cielo más azul, y el tiempo transcurría lentamente como si se encontraran en una dimensión distinta. Además, solo se podía llegar hasta allí en barco, por lo que la afluencia de gente era la justa. Esa tarde ellos estaban solos y Jeongin lo agradeció.

Aun así, su vista vagaba de vez en cuando en busca de algún rostro conocido. Le daba rabia ponerse tan paranoico. ¿Qué era lo peor que podía pasar si lo veían allí? Nada salvo por la charla que le darían sus padres; las amenazas sobre encerrarlo en su cuarto si no dejaba ciertas amistades; las caras de reproche que sus amigos le pondrían para recordarle que su inmaculada reputación y su santidad se habían visto comprometidas…

¡Cuánta hipocresía! Estaba bien abrirse de piernas para el quarterback infiel, pero no enamorarse del chico conflictivo. Cuando este estaba demostrando ser mucho más íntegro, sincero y dulce. ¿Había dicho enamorarse? Se golpeó la frente con la mano, lo había dicho.

Terminó de escurrirse el cabello y se dejó caer en la toalla con el firme propósito de dejar su mente en blanco. Recostado sobre los codos, observó cómo el resto seguía con aquel juego estúpido de aguadillas del que él necesitaba una pausa. Aguas cálidas, unos brazos firmes en torno a su cintura y una sonrisa deslumbrante cargada de intenciones oscuras. No necesitaba más para arder como una llama.

Precisaba tranquilizarse, y ver cómo Jisung y Minho se tiraban los trastos a la cabeza era la forma perfecta. No habían dejado de discutir ni cinco minutos. Al principio era divertido, pero al cabo de dos horas ya nadie les prestaba atención, ni se preocupaba por si sus vidas corrían peligro bajo la amenaza de un asesinato pasional. Sí, pasional, porque empezaba a ser sospechosa esa antipatía, con la que daba la impresión de que disfrutaban demasiado.

Sonrió, mucho más relajado. ¡Y entonces Poseidón surgió del mar! Hyunjin emergió del mar como una aparición, sacudiendo su cabeza para deshacerse del agua salada que se le metía en los ojos. Se pasó una mano por el pelo y lo arrastró hacia atrás, peinándolo con los dedos. Su cuerpo brillaba con miles de gotitas salpicando su piel.

“Respira”, se dijo a sí mismo mientras se le aflojaba la mandíbula. Un metro ochenta, apenas cubierto por un bañador tipo bóxer, avanzaba hacia él con una sonrisita que podría derretir los polos. Los tatuajes de sus brazos y su pecho no afeaban aquel cuerpo perfecto, sino todo lo contrario: lo hacían tan sexy que era imposible apartar los ojos.

La sonrisa de Hyunjin se ensanchó al ver la mirada caliente de Jeongin sobre él. Se dejó caer a la par, boca abajo sobre la toalla. Parpadeó para desprenderse de las gotas atrapadas en sus pestañas y entornó los ojos.

—¿Quieres levantar el pie del freno? —preguntó con voz sugerente—. Por cómo me miras, parece que sí.

Jeongin sonrió y se humedeció los labios con la lengua. Hyunjin dejó de respirar.

—Yo no soy el que lo tiene pisado —respondió.

—¿Eso quiere decir que, si decido acelerar, vendrías conmigo al barco ahora? —sugirió.

Sus ojos volaban por cada una de sus curvas. Verlo solo en bañador era una tortura. Jeongin le dedicó una mirada coqueta. —No. Creo que yo también quiero que dure un poco más.

—¡Joder, esto me pasa por bocazas! —se quejó Hyunjin con un mohín que frunció sus labios.

Parecía un niño pequeño al que acababan de quitarle un regalo de las manos. Jeongin se echó a reír y se giró para acariciarle la espalda. Deslizó la mano por su cuello y la enredó en su pelo mojado. Volvió a descender y sus dedos dibujaron el tatuaje, después la línea de su columna hasta la parte baja de la espalda. El chico tenía un cuerpo perfecto que pedía a gritos que lo tocara, o quizá lo pedía Jeongin.

Hyunjin cerró los ojos y gimió con una sonrisa en los labios.

—Quieres torturarme —susurró con voz ronca y somnolienta—. Matarme, ¿verdad?

Jeongin se inclinó y acercó su boca a la de él. —Sí, muy despacio, tan lentamente que no te darás cuenta de que ya estás muerto hasta que sea tarde —murmuró y le dio un beso en los labios.

Hyunjin sonrió sobre su boca, sin abrir los ojos. —Eres un demonio —musitó—. Mi pequeño y precioso demonio.

Suspiró, y su respiración se volvió lenta y profunda.

Jeongin se quedó mirándolo dormir, sin dejar de acariciarle el pelo.

Mientras lo observaba empezó a enfadarse consigo mismo. No entendía cómo podía ser tan estúpido como para mantener en secreto al hombre más guapo y dulce de todo el universo. Dios, si debería mostrarlo sobre un pedestal con un cartel que dijera: “Solo mío, muéranse de envidia”. El problema era que no estaba seguro de que fuese suyo. Iba a marcharse y no volvería a verle. Un dolor agudo le taladró el pecho. Se recostó sobre la toalla y trató de no pensar.

Media hora después, cerró el libro que estaba leyendo y contempló el mar. El sol había perdido brillo y en menos de dos horas anochecería. Iba siendo hora de regresar a Busan. Hyunjin continuaba dormido a su lado y estaba adorable con los labios entreabiertos y sus largas pestañas rozándole las mejillas.

Buscó con la mirada a los chicos. Jisung había hecho buenas migas con Jisoo y conversaban animados dentro del agua. Minho y Chan jugaban a las cartas sobre la arena, cerca de la orilla. Localizó a Changbin y a Jennie dando un paseo abrazados a unos cuantos metros de allí.

Hyunjin gimió a su lado. Alargó la mano hacia su brazo, pero no lo tocó.

El chico tenía el cuerpo tenso y los puños apretados. Sus ojos no dejaban de moverse bajo los párpados. Su garganta se movió con un gruñido y balbuceó algo ininteligible; pero lo que fuera, no sonó bien. Se quedó mirándolo, ansioso, preguntándose qué estaría soñando. Los puños de Hyunjin se cerraron con más fuerza y su respiración se aceleró. Su cara se contrajo con un gesto de dolor, y después de pena. La rabia lo volvió a transformar. Jeongin se dio cuenta de que estaba sufriendo.



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En el texto hay: hyunjin, jeongin, hyunin

Editado: 29.07.2023

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