Limpieza Maldita

La mujer del hospital

Primera parte
***
Andy siempre detestó su trabajo ¿Para qué compran? Obviamente pocas veces es con el objetivo de defensa personal. Podría ser para matar animales, pero el pueblo no tenía muchos en los bosques...
Andy no soportaba la idea de venderle a un sujeto un objeto tan brutal, capaz de destrozar la cabeza de alguien.

Sonó el timbre de entrada.
Se trataba de su viejo amigo de secundaria, aunque apenas interactuaban en el colegio. Pasaban el rato por las calles, Sobre todo porque Andy dejó la escuela desde muy joven.

-¡Espantafantasmas!.-Vociferó Andy.
-Hey... ¿Qué tal va la venta?.- Joe se veía carizbajo.
-Ya sabes. Bien, Por fortuna cuando es mi turno casi no hay clientes, al contrario de mis primos. De por sí no tenemos muchos compradores, sin embargo los pocos que hay nos dan una buena ganancia.-Hizo una pausa al ver a su amigo.-¿Qué te trae por aquí?

-¿Tienes una?.-Levantó el pulgar y el índice. Su movimiento y voz eran muy débiles.

Andy se sorprendió al ver eso pensando en un primer momento en una pistola. Poco duró su sorpresa pues supo a qué se refería; Posiblemente estaba muy cansado para levantar el meñique, aunque sea estúpido, pues ¿Con qué fuerza habría alzado el índice?
-Claro amigo, aquí tengo.

El vendedor retrocedió unos pasos y no tuvo que urgar mucho para hallar una lata de cerveza la cual colocó en la mesa del mostrador.
-Ten, amigo ¡La casa invita!

-Ni que fuese restaurante para comida o un bar...

Andy lanzó una carcajada poco duradera. De repente se puso serio y preguntó.- Ya, enserio, Ahora dime ¿Qué te trae por aquí?
-¿Qué?... ¿Acaso no puedo visitar a mi viejo amigo?.- Tomó un gran sorbo. Joe parecía ya estar ebrio, pero era imposible; Solo había tomado tres sorbos.

-Vamos espantafantasmas. Sabes que no es eso.
-¡Tú sabes que odio ese apodo!.-Dijo dando un golpe en el mostrador. Rápidamente su comportamiento enojado volvió a sus gestos débiles y cansados.
-¿Enserio? Yo... Yo no lo sabía. Todo el mundo te llama así, siendo el grupo de las amigas de tu exnovia las que comenzaron. Ya sabes, porque todas las chicas siempre te consideraron alguien muy feo...

-Quiero que me vendas a esa pequeña,-Interrumpió Joe(Y con justa razón¿A quién le gusta ser llamado "feo"?) viendo a una pistola.- Para eso vine aquí.

Andy se dio media vuelta, observando todas las propiedades de su padre. Apuntó con su dedo a una.-¿Esa? ¿Seguro?
-Sí.
-Pero es una Magnum calibre 44 ¿Sabes con lo qué estás tratando? ¿Y para qué quieres un arma?
-¡Cállate puñetas! ¿¡Me la vas a vender o no!?
-Bueno...
-¿Cuánto quieres por ella?
-Mil dosc... Mil trescientos dólares.

Joe puso mil quinientos dólares en el mostrador. Andy sin replicar cogió el arma y se la entrego.
-Debes tener cuidado con...
-¡Cierra la puta boca! Quédate con el cambio. Estúpido.

***
***

Lavarme las manos.
Lavarme las manos.
Estoy sucio.
Por Dios, tengo sangre en...
Tengo que...

Richie se despertó en un hospital. No había nadie entonces se movió un tanto sin embargo sintió el dolor rápidamente.
Con complicaciones levantó un poco su camisa de paciente, encontrando su abdomen recubierto con vendajes, Demasiados. Al costado del abdomen tenía algunos tubos y un punto de sutura, Lo cual le generó una gran angustia y profundo asco.

Entonces una bella mujer apareció. Era una enfermera, con una falda que era más bien minifalda. Richie estando acostado podía ver las bragas rojas escondidas tras las pantimedias negras-Que deberían ser blancas para una enfermera-, ella se acercaba a la cama.
La mujer era claramente mayor. Se relamio lentamente sus labios color carmesí, Abrió ligeramente la boca expulsando un suspiro que podía hacerse pasar por gemido. La mujer se acercó más a Richie quedando frente a frente. El niño podía sentir en la mejilla los suspiros calientes.

Entonces lo besó apasionadamente, Al igual que una descarga eléctrica le recorrió desde arriba hasta la entrepierna.
Ella siguió, siendo la dominante en la situación, La mujer se subió a la cama, apoyando una pierna en la entrepierna del niño. Entonces ella...
Ella desapareció.

***
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Segunda parte
***

Susan Noble estaba en la sala de estar junto a su abuelo Neil Noble.
Ella se encontraba estudiando-Era la segunda carrera que tenía- Con su libro en el soporte del sillón. Llevaba puesta una falda que apenas le cubría el muslo, sus muslos regordetes, algo fornidos, piel blanca. Su falda azul claro, acompañada de un cintu...
~Ahh~
Expulsó un gemido al sentir como su abuelo le pellizcó el muslo derecho, rápidamente empezando a manosearlo con sus manos grasosas y... ~Ahh~ robustas.

Ella no lo impidió, ya estaba más que acostumbrada a ese punto de su vida. Las veces que trataba de retirar esas manos él resistía y a veces le propinaba bofetadas.

Entonces la puerta principal se abrió, irradiando un resplandor que inundó la oscura sala.

Los Noble eran ricos, demasiado. Sin embargo la gran parte del tiempo en casa solo estaban El abuelo y Sue- Ella trabajaba desde casa- Y cuando ambos estaban solos el abuelo le pedía apagar todas las luces y ver la televisión juntos. Muy juntos.

-Ya llegué...-Era el tono de voz bajo que tanto caracterizaba a su hermano, con la diferencia de que ahora era mucho más apagado.

El abuelo rápidamente retiró su mano, lo cual alivió profundamente a la joven adulta.
-¡Bienvenido!.- Saludó Sue, levantándose del sofá Alejándose por fin de su incestuoso familiar.



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En el texto hay: problemas mentales, estafas, manipular

Editado: 04.09.2025

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