El encarcelamiento

De: Facultades mentales, la importancia del apoyo moral y familiar.
Por: La criminóloga Claire Hyeon (2013)

Es un poco complicado determinar qué fue lo que provocó que Al Richard perdiese la cordura, pues cómo ya es sabido nunca fue envíado al hospital. Pero usando de base todos los hechos y sus síntomas, lograron deducir lo más que se pudo: Desde el tiroteo, Richard comenzó a desarrollar un posible tumor cerebral, esto se deduce por el fuerte martilleo que sentía y que lentamente iba perdiendo su capacidad de pensar con racionalidad.
Sobre sus síntomas sobre su malestar físico cómo ojos rojos y con lagañas excesivas, palidez, incapacidad de beber o ingerir alimentos; Es algo todavía más complicado de determinar. Sin embargo lo más probable es que haya sido una mezcla entre varias enfermedades cómo la conjuntivitis, o algunos locos aventurados dicen que se trataba de El virus de Marburgo
Aunque es posible que la cena (Cuando la casa casi fue incendiada) haya tenido un alimento dañino, sin embargo incluso ahora se desconoce, y Susan Noble no quiere hablar al respecto.

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De: Los noble. La familia y su repercusión en lo social.
Por: el Decano Mckevran (Pág 80-81)

La poca reputación que quedaba de los Noble cayó en cuanto los vecinos notaron que los fármacos que Joseph Noble vendía eran falsos, y también que el recibo de las cuentas no era para nada el acordado.
También la señora Gaver se enteró que su marido se acostó con Audrey Noble. Lo mismo con el señor Kingsley. Henry Timmons guardó silencio al respecto, Audrey lo había utilizado, pero él de todos modos lamentó su muerte por mucho tiempo.
Con el pasar del tiempo todas las verdades de esta familia salieron a la luz.

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Nota de autor
Sí, sé que este final puede no ser del agrado de todos y estoy plenamente consciente de eso. De hecho tampoco es el mío, pero desde que comencé a planear la historia me dí cuenta que me sería difícil darle un cierre completo sin tener que recurrir a añadir capítulos extra que cambie un poco el final. Sobre todo por la historia y desarrollo de tres personajes: Henry Timmons, Huesos para los amigos. Christine, Chris. Y Susan Noble, Suzie para sus seres queridos.
Y es que desde el inicio supe que sería algo complicado darle un cierre de estos personajes, Pues piensenlo; Imagina ser joven y perder a toda tu familia, incluso a las dos personas que más amabas, todo en una misma noche, mientras tú eras abusada por tu propio abuelo. Esto es un tema que si bien se puede tratar, no creo que sea bueno ponerlo en esta misma historia, pues el desenlace que siempre he tenido pensado para Sue y Chris se desvía demasiado de la historia original, Siendo un final más de de ficción.

Esta historia si bien no ha recibido mucho apoyo, he disfrutado del proceso de escribirla pues es algo con lo que personalmente me impacta el trasfondo de perder de vista y no cuidar a tus hijos, ser egoístas, codiciosos y no echar un vistazo hacia atrás. Por lo que le guardo un cariño a la obra e incluso en ella dejé ciertas cosas personales. Y por todo esto siento que lo mejor será cerrarla con una segunda parte, algo para darle un cierre definitivo a Susan Noble y Christine. Espero que lo disfruten.

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Un pequeño adelanto especial de
El encarcelamiento

Hace un mes Suzie fue a comprar en la tienda montones de papeles higiénicos y latas de conserva; Se gastó gran parte de su dinero en esta labor.
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Estar encerrado no puede ser tan malo, no? Al fin y al cabo ella nunca necesitó salir, pues desde que terminó la carrera, siempre ha trabajado en casa.
No puede ser tan malo.
De vez en cuando mientras está tecleando en su ordenador, siente escalofríos subir de su cuerpo. Está sola, pero a veces todavía puede sentir a su abuelo Neil tocarle la mano mientras teclea.
Traga saliva y sigue laburando.
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Hasta hace un mes todo estaba bien. Suzie se mudó a Nueva Orleans, sin embargo un virus obligó a todos a mantenerse bajo cuarentena.
El virus de momento solo se ha presentado en Nueva Orleans, este incluye: Fiebre, irritación en la piel y los párpados, sudor extremo y acidez estomacal. Es un virus que pese a su corto tiempo, ha sido catalogado como mortal.
Semana dos y Suzie ya se quedó sin comida, No obstante no puede salir, afuera todo está sucio.

SucioSucioSucio
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Christine está en la calle. Era de noche y luna llena, los pocos faros de luz no cumplían correctamente su labor pues parpadeaban constantemente.
Caminó un poco por la acera, mientras avanzaba los faros se alejaban más y la oscuridad provenía más y más hasta que finalmente se quedó sumida en esta. Siguió avanzando, dejó la acera y ahora caminó por unas llanuras. El pasto corto le proporcionó una soledad ambigua.
La luz de la luna llena se hacía menos presente, como si la luna se estuviese alejando del planeta así inundandolo de un frío y oscuridad impensables.

La oscuridad era cada vez más, entonces ella se sintió aún más nerviosa y sintiendo que algo la perseguía, no era así, pero ya saben; el miedo a la oscuridad muchas veces se refiere en realidad al miedo a lo que puede haber en la oscuridad.

Entonces vio cómo de la oscuridad, emergió una metrópolis innarrable, parecía algo sacado de pesadilla. Una ciudad que desafía las leyes de la geometría y física conocidas, los edificios no flotaban, pero sí se distorsionaban de manera grotesca como un trapo al ser exprimido. Los edificios pequeños tenían un puente que los une a los más grandes en un especie de Parkour imposible. Los edificios más grandes de toda la metrópolis se encontraban en las esquinas de esta, funcionaban como un especie de alambre rodeando la ciudad. Estos edificios doblándose y estando inclinados, pareciendo caerse.
Una metrópolis completa que podría enloquecer a cualquiera, pues era algo que no debería existir.