Linaje de Sangre -0

Capítulo 10: El Peso del Primer Paso

Alex se despertó temprano al día siguiente, con los rayos del sol filtrándose a través de las cortinas del apartamento de Sofía. Observó cómo ella dormía tranquilamente a su lado, su respiración suave y rítmica llenando el silencio de la habitación. Su cuello mostraba una ligera marca que él había tratado de hacer lo menos visible posible, y aunque Sofía parecía estar bien, Alex no podía evitar sentir un peso en el pecho.

Se levantó con cuidado, tratando de no despertarla, y se vistió en silencio. Los eventos de la noche anterior pasaron por su mente: el momento de la mordida, la conexión extraña y profunda que había sentido mientras bebía su sangre, y la forma en que Sofía había reaccionado después, como si nada fuera fuera de lo normal.

Cuando salió del apartamento, el aire fresco de la mañana le dio un poco de claridad. Caminó por las calles vacías, sus pensamientos ocupados con preguntas que no podía responder. Había dado el primer paso en su vida como vampiro, pero no sabía si estaba listo para aceptar lo que significaba.

De regreso en la mansión, Cassandra lo esperaba en el vestíbulo, sentada con las piernas cruzadas y un café en las manos. Su expresión era tan juguetona como siempre, pero sus ojos brillaban con curiosidad.

—¿Y bien? —preguntó, levantando una ceja mientras Alex se detenía frente a ella.

—Fue... diferente. —Alex se encogió de hombros, tratando de evitar los detalles.

Cassandra sonrió ampliamente y se puso de pie.

—Eso es lo que todos dicen al principio. ¿Cómo se sintió? ¿El poder? ¿La conexión?

Alex frunció el ceño, sin saber cómo expresar lo que había experimentado.

—Fue intenso... pero también me sentí fuera de control, como si una parte de mí estuviera tomando las decisiones por mí.

Cassandra asintió lentamente.

—Es normal. La primera vez siempre es complicada. Pero ahora que has pasado por eso, será más fácil la próxima vez.

—¿Y si no quiero que haya una próxima vez? —preguntó Alex, su tono más serio.

—Entonces no sobrevivirás mucho tiempo en este mundo —respondió Viktor, entrando al vestíbulo con su habitual actitud despreocupada.

Alex lo miró, su expresión endureciéndose.

—No quiero convertirme en un monstruo.

—Beber sangre no te convierte en un monstruo, chico. Lo que haces con tu poder, eso es lo que importa. —Viktor se acercó, cruzando los brazos frente a él.

Cassandra intervino, poniendo una mano en el hombro de Alex.

—Tienes que encontrar el equilibrio, Alex. No puedes ignorar lo que eres, pero tampoco tienes que dejar que te consuma.

Alex asintió, aunque sus dudas seguían ahí.

—¿Qué sigue ahora?

—Ahora —respondió Viktor—, tienes que probarte a ti mismo de verdad. La mordida fue el primer paso, pero sobrevivir en este mundo significa más que eso. Hay humanos que no serán tan fáciles de manejar como Sofía, y enemigos que querrán destruirte por lo que eres.

Cassandra sonrió con malicia.

—Eso significa que es hora de intensificar tu entrenamiento. ¿Listo para enfrentarte a algo real?

Alex tragó saliva, pero finalmente asintió.

—No tengo otra opción, ¿verdad?

—Exacto —dijo Viktor con una sonrisa que no prometía nada fácil.

Más tarde ese día, Alex se encontró de nuevo en el bosque, esta vez enfrentándose a un desafío completamente nuevo: cazar presas en movimiento y esquivar trampas diseñadas por Viktor. Era un juego de caza, pero con una intensidad que lo mantenía al límite.

Mientras corría entre los árboles, sus sentidos se agudizaban, y por primera vez, sintió que sus habilidades vampíricas se alineaban con su mente. No era solo fuerza bruta; había estrategia, velocidad y precisión.

Cassandra, observándolo desde una rama alta, aplaudió cuando Alex logró evitar una de las trampas más complejas.

—Bien hecho, novato. Quizás tengas más potencial del que pensaba.

Viktor, por su parte, no se mostró tan impresionado.

—Esto es solo el comienzo. Tienes mucho que aprender, Alex. Y si no puedes manejar esto, no sobrevivirás cuando te enfrentes a un verdadero enemigo.

La mención de un enemigo real hizo que Alex se detuviera por un momento.

—¿A qué tipo de enemigos me enfrentaré? —preguntó, respirando con dificultad.

—Cazadores, vampiros renegados, incluso otras criaturas que no te imaginas. —Viktor lo miró fijamente. —Pero no importa lo que venga. Si descubres tu habilidad única y aprendes a usarla, estarás preparado.

Alex asintió, el peso de sus palabras asentándose sobre él. Sabía que tenía un largo camino por delante, pero estaba decidido a enfrentarlo.




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