Lineage Chronicle: First Hunt

Capitulo 10: linaje

​Los chicos estaban en la habitación del hotel, investigando los papeles: casos antiguos, banshees, monstruos que hibernan y despiertan del letargo, criaturas subhumanas. Buscaban algo que los ayudara a entender qué buscaba.

Abraham, con estos archivos.

​Chase estaba frustrado.

"¿Encontraremos algo?", pensó.

​Hasta que hizo memoria: si su abuelo estaba buscando algo del pasado que tuviera que ver con el presente, ¿por qué él no hacía lo mismo?

​Entonces fue a buscar ataques similares a esa bestia gigante, que es la pista más próxima que tiene. Al fijarse en el archivo de bestias grandes, encontró que hubo un ataque acá, en San Francisco, hace décadas; una bestia similar a la que los atacó.

​Chase sonrió.

—Chicos, ya tenemos con qué seguir.

​Pero, en ese momento, el hambre se apoderó de ellos. Chase dijo que él iría a buscar comida. Casey y Jake le dijeron que si quería, fueran los tres, pero Chase les dijo que quería un momento a solas.

​Tomó la llave, una campera y se fue abajo.

​Saliendo a la calle, sopesó en su momento todo lo que pasó: la destrucción de su normalidad, el haber conocido a un chico diferente, el huir dejando a un hombre morir, el haber matado a uno... Cada vez sentía más pesadas esas situaciones.

​Pero tuvo que parar porque, en medio del divagaje emocional, había llegado a la tienda.

​Entró y empezó a buscar los productos. Cuando ya estaba cargado, pasó por un pasillo donde vio a un hombre alto y de fina costura al que se le cayeron los productos. Se dispuso a ayudarlo.

​—Ya lo ayudo —le dijo.

​El hombre lanzó una sonrisa y le dijo:

—Muchas gracias.

​Ya levantándose ambos, Chase lo veía más de cerca y era un hombre de aspecto muy refinado. Mientras se dirigían a pagar sus cosas, le preguntó si era de acá. Él le dijo que, aunque no lo parezca, sí lo era; que era científico. Hablaba con un leve acento alemán.

​Cuando el empleado terminó de procesar sus cosas, le pagó. Antes de irse, el hombre le dijo:

—Ah, gracias por ayudarme. No eres nada parecido a tu abuelo.

​El decirlo lo dejó descolocado. Chase se apresuró a buscarlo afuera. Mientras el hombre se iba caminando lentamente, Chase le gritó que se detuviera.

​—¿Quién es y por qué me conoce? Y en especial a mi abuelo.

​Él se presentó:

—Soy Joseph Kline. Y yo estoy buscando a tu abuelo porque él tiene algo que yo necesito.

​—¿Algo que tiene él? ¿Se refiere al Corazón Primigenio?

—Ah, al parecer sabes de ello —dijo Kline—. Entonces ya deberías comprender lo peligroso que soy.

—Si usted fue quien manda esas bestias, ¿verdad?

—Excelente, lo dedujiste bien. Me impresionó que hayan podido matar a mi gran experimento.

—¿Y usted qué quiere con ese artefacto? —le dijo Chase.

​El hombre sentía no apropiada esa charla en tal lugar, así que le dijo a Chase que podrían revelarle esto, y mucho más sobre lo que realmente es, en un lugar mucho mejor.

​"Mi familia", pensó Chase. "¿Qué sabría este hombre de eso?".

Así que le respondió a Joseph:

—Usted no sabe nada de mi familia.

​El hombre, sonriente, le dijo:

—Ahí es donde te equivocas. Porque sé que tu abuelo te mintió. No solo con que es un cazador... Pero solo lo sabrás si me acompañas.

​Chase, tentadísimo, aceptó.

​Caminaron y Joseph habló:

—Desde que descubrí el mundo sobrenatural sentí una fascinación, entonces me avoqué a su estudio usando mis conocimientos sobre medicina e ingeniería para desentrañar los secretos de este mundo. Y así encontré los experimentos de un brillante hombre: Heinrich Van Helsing.

​Joseph hizo una pausa y continuó:

—Su ingenio, y que sorprendentemente pertenecía a una estirpe de familia cazadora de renombre, le permitió entender como ninguno otro en su tiempo la naturaleza de ese mundo y crear un artefacto revolucionario. Pero falló en entender su propia naturaleza, queriendo adjudicarle una propia.

​—¿Y usted qué quiere hacer con ella? —preguntó Chase.

—Soy un hombre hambriento de conocimiento y el error y prueba. Mi idea no es hacer mío el Corazón, sino llevarlo a su límite, de tal manera que me dé la capacidad de entender por completo este mundo.

—Pero eso podría crear desastres —dijo Chase.

—Lo sé —dijo Kline—. Pero la ciencia pura no puede pararse por eso.

​Llegando a un descampado donde no había nadie, Chase se paró y le dijo que hable, porque por lo que le aceptó seguirlo, quería saber qué sabe de su abuelo y a qué se refiere con que "soy esto".

​—Tiene que ver contigo, pero no con tu abuelo en específico, sino con lo que tú sabes de tu familia a través de él —le dijo Joseph.

​Pero de inmediato, una voz fuerte interrumpió:

—¡Tú no sabes nada de mi familia!

​De las paredes del descampado apareció un hombre con un arma. Chase se dio vuelta.

​—¿¿ABUELO?? ¿Qué haces acá?

—Chase, aléjate de ese hombre. No es confiable —ordenó Abraham.

​Joseph Kline soltó una risa seca.

—¿No confiable yo?

​Abraham gritó con furia:

—¡Destruiste mi casa, maldito! Y casi matas a Chase para obtener esa cosa.

​Kline no se inmutó. Miró al chico y luego a Abraham.

—Abraham, tú le mentiste a tu nieto sobre por qué te fuiste y sobre su linaje. Si me lo das —dijo, señalando el arma o el aire tenso entre ellos—, sabes que esto acabará y ustedes seguirán vivos.

​—Estás muy confiado, hijo de puta —dijo Abraham.

—Confiado no estoy... les di alternativas.

​Al chasquear los dedos, desde los techos cayó una bestia similar a la antigua bestia. En ese momento Abraham gruñó y se hizo hacia atrás con Chase.

​—Bueno, muchachos, no soy de usar la opción violenta de primera, pero eres un hueso duro de roer, Abraham. Ve.

​Con un dedo le señaló a la bestia y la bestia empezó a correr para atraparlos.

​Pero, de sus espaldas, apareció Jake corriendo a embestir directamente a la bestia, logrando darle un golpe que la tiró hacia atrás.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.