Capitulo 1: El Lobo Y La Luna De Los Susurros

Lirion y la Luna de los Susurros**

En los bosques cubiertos de niebla, donde los árboles parecían susurrar secretos al viento, vivía **Lirion**, un lobo solitario de pelaje plateado. No era como los demás; mientras su manada se movía en armonía, él sentía un anhelo extraño, una llamada que venía desde más allá de las montañas.

Cada noche, cuando la luna ascendía en el cielo, Lirion escuchaba murmullos en el viento, voces antiguas que hablaban de un lugar perdido: **La Cueva de los Susurros**, donde los lobos que habían desaparecido sin dejar rastro aguardaban una nueva oportunidad.

Intrigado, emprendió un viaje bajo la luz de la luna, atravesando ríos helados y bosques encantados. En su camino, encontró criaturas que habían oído de la cueva pero nunca habían podido llegar. Un cuervo le susurró una advertencia: *“Quien cruce la última frontera deberá demostrar su verdadera esencia”*.

Lirion avanzó, enfrentando sombras que intentaban desviarlo de su camino. Finalmente, llegó a la entrada de la cueva, donde un antiguo espíritu lupino lo aguardaba.

—¿Por qué has venido, Lirion? —preguntó el espíritu.

—Para saber quién soy —respondió el lobo sin titubear.

Entonces, la cueva resplandeció, revelando los recuerdos de su manada, su origen, su propósito. Lirion no estaba solo; siempre había sido parte de algo más grande. Y cuando salió de la cueva, bajo la luz de la luna, sintió algo diferente: ya no era un lobo solitario, sino un guardián de los secretos del bosque.

Desde aquel día, los lobos que lo encontraban decían que su mirada tenía el brillo de todas las lunas pasadas, y que cuando el viento soplaba fuerte, se podían escuchar los susurros de aquellos que aún esperaban encontrar su camino.