Lizäri

Capítulo: Esencia arcana verde.

Caminando hacia la aldea por la puerta norte, están Lizari, Jena, Renfaz, Won y el joven Denathal, quienes regresaban de buscar a su amiga cazadora.

—Lizari, puedo quedarme contigo hoy... —dice Jena mientras entran por las puertas norte del Claro Este.

—No amiga, estoy bien... no te preocupes y vayan a descansar, mañana debemos ir a la academia. —responde Lizari, para retroceder a donde estaba Denathal, ya había superado un poco lo del repentino ataque, lo mira de reojo.

—Deberías asistir con nosotros a la academia. —le dice la joven humana al vampiro de ojos rojizos.

—No sé, no creo que me permitan unirme, ya de por si los aldeanos nos miran mal...

—Convendría que fueran, no prestes atención a eso —interrumpe Jena.

Denathal se ve extrañado por la voz de la elfa dirigida hacia él.

—Vamos, pueden ir con nosotros —añade el joven guerrero.

Denathal sorprendido piensa por un momento, mientras camina con sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón de tela Vinotinto, que combina con su camisa blanca, ahora desgarrada, su capa en negro con detalles dorados y unas botas hasta las rodillas a juego con la capa tipo camisón de botones.

—Me uniré si solo el Rey Bryan lo permite y si Won también quiere. 

En el trayecto de las afueras hacia la aldea, Denathal estaba perdido en sus pensamientos y su cara parecía estar incomodo por no agradar. El es distinto a los demás de su raza, pues es el único que es amistoso, pero debido a su origen, los demás siempre le temen o lo miran de mala manera.

—No te preocupes, y discúlpame si he sido... —dice Jena, siendo interrumpida por el enano Renfaz.

—¿Enojona, amargada o aburrida? —irrita burlonamente Renfaz, quien de inmediato fue acribillado por la mirada de odio de la elfa cazadora. 

Cosa que Renfaz sonríe con nervios. Lizari se ríe al igual que Denathal y el joven lobo.
Caminan por el barrio comercial, dirigiéndose al barrio rural, mientras el vampiro toma el rumbo hacia el castillo, acompañado por Renfaz. Ya es de noche, pues lo sucedido tardó bastante en resolverse.

—Me despido, nos veremos mañana, iré al palacio del Rey —dice el joven vampiro a las chicas.

—Yo te acompaño —dice Renfaz, está nervioso aun, por eso decide ir con Denathal y su amigo lobo.

Jena y Lizari dan la vuelta para despedirse

—Huye cobarde, esas me las pagarás. —Pronuncia con fastidio la joven elfa.

—¿Qué?, yo no dije nada. —replica el joven enano, mientras Denathal miraba que Lizari tenia un semblante decaído.

—Por favor hermosa, no pienses nada. Solo fue un accidente, sí. —pide el joven vampiro, pues sabe que la joven humana aún tiene esa incomodidad presente. Luego da la vuelta para encaminarse al barrio central. Mientras levanta la mano derecha agitándola en forma de despedida.

—Vamos Lizari, te acompañare a tu cabaña —pronuncia Jena.

Lizari se mantuvo en silencio, pensando en lo ocurrido y en el joven vampiro, siente una extraña conexión con él, pero no sabe el porqué, si apenas se conocen. Jena al verla tan pensativa, trata de romper con el silencio.

—No me parece tan malo, la verdad, pero, no hay que confiarse. —dice Jena, refiriéndose al vampiro.

Lizari reacciona al escuchar a su amiga hablar de Denathal. 

—Lo sé, él no es malo, ya lo pudiste escuchar y observar, démosle un voto de confianza.

—Liza, confía en mí, cualquier cosa que sientas, me dices. 

—Gracias amiga, te quiero mucho. —expresa la joven humana. 

Jena carga en su hombro el arma de Lizari, por lo que, al llegar a la cabaña, le entrega a su amiga, su arco y aljaba de flechas.

—Aquí esta tu arco amiga, no la dejes nunca —mira a Lizari y agrega—. No vuelvas a salir corriendo de esa manera, nos asustaste mucho.

Lizari camina hacia la puerta de su hogar y no sin antes despedirse de Jena. 

—Lo siento amiga, no volverá a ocurrir.

—Bueno, no llegues tarde mañana, que nos toca practicar nuestro control de la esencia arcana. Mañana lograrás dominarla estoy segura de ello. Descansa 

Termina de hablar y se marcha caminando hasta su hogar. Lizari entra a la cabaña, y cerrada la puerta, siente una sensación como de corriente en su cuerpo. Trata de no darle vuelta mas al asunto y se duchó, para luego dormirse en su hamaca.

Mientras tanto, va Renfaz, junto a Won y el vampiro Denathal en un total silencio que Renfaz rompe el mismo al decir...

—Lo único que te digo es... que hagan las cosas bien, porque aun no confió totalmente en ustedes. —dice. 

Denathal escucha con atención y responde

—Gracias, no les fallaremos. 

—Así será amigo enano —agrega Won

Tomaron direcciones distintas, Denathal y Won hacia el castillo y Renfaz a su cabaña.

-Día siguiente...

Era de mañana y Lizari está despierta con todo su ánimo que la caracteriza. Rápidamente toma un pan y un poco de leche que tenia guardada, desayunando rápidamente. Toma su arco y aljaba que deja detrás de la puerta. Y salió de su hogar, emprendiendo su caminata hasta la academia, ya en el lugar están Jena, Renfaz y Edmund. Este último se había enterado por su padre de lo sucedido, él intentó ir a donde estaba Lizari, pero fue obstaculizado por su padre quien afirmó que ya estaría resuelto.

Esta vez se han reunido todas las clases en el campo central de entrenamiento, al parecer darán una noticia importante, Lizari se apresura a donde están sus amigos, saludándolos a todos.

—¿Lista para el día de hoy? —pregunta Jena.

—Si amiga. Y que anuncio irán a dar —dice con curiosidad la joven humana.

—¡Reúnanse todos!

Se escuchó la fuerte voz de una mujer, se trataba de la comandante Albany Vendaval.

Todos comenzaron a seguir las ordenes de la comandante, en el lugar estaban todos los comandantes, excepto Tyron Fuentes y el General Symon. También está el Rey, pero ni Denathal ni Won estaban presente al parecer. Ya todos en filas, esperando solamente a la pronunciación de las palabras del Rey Bryan.




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