—Mi niña hermosa, tu madre te amaba mucho, al igual que tu padre Lázaro, ellos siempre confiaron en ti. A pesar de que murieron cuando apenas eras una niña de seis años, siempre te amaron y creyeron en que lograrías muchas cosas.
Lizari siente bonito, el escuchar las palabras de la maga, tiene de nuevo, una mezcla de emociones y sentimientos que la confunden, aun con lágrimas en sus ojos, piensa que será de ella en los próximos días.
—Como... como puedo hacer, a mí, que me cuesta mucho dominar la esencia arcana, crees que podría dominar algo que nadie antes ha manipulado.
—No te mentiré, no conocemos nada acerca de esta esencia, pero si estoy segura de algo.
Daerys se acerca a Lizari, por lo que la joven la mira a los ojos en los cuales se refleja un sentimiento de confianza y seguridad.
—Podrás dominarlo, porque a tu alrededor hay gente que cree en ti, solo necesitas algo —hace una pausa breve—. Debes creer en ti misma, alcanzarás muchas metas, lograrás convertirte en lo que desea tu corazón, porque eres Lizari, eres hija de Flora y de uno de los mejores guerreros de todo los tiempos, Lázaro.
Lizari se queda atónita y su mente es despejada al escuchar las palabras que le dice la maga. Denathal que se encuentra presente, está en sus propios pensamientos, pensando en el arduo camino que les espera, en lo que deberán enfrentar, pues, siente que lo que anhelan aquellos enemigos, es el péndulo rojo que lleva la joven cazadora en su cuello.
—Denathal, hijo querido... hermosa Lizari, no les miento, enfrentarán grandes peligros, pues, hay muchos que desean obtener ese poder —suelta un suspiro, sabiendo todo lo que conlleva, los riesgos que tendrán que soportar y superar
—Ese poder no puede llegar a manos equivocadas, o lo que conocen, todo a su alrededor, estará en grave peligro.
—Maga —pronuncia el joven vampiro—, como podemos evitar que Lizari vuelva a reaccionar ante mi contacto.
La joven cazadora escucha con atención, puesto que es un peligro que vuelva a perder la compostura, esta vez podría a herir a otra persona, que no pueda regenerarse como el vampiro.
—Para eso deben controlar ese poder que yace dentro, primero, antes que todo. Lizari deberá aprender a dominar lo que ya conoce, la esencia arcana, le será más "sencillo" por así decirlo —responde la señora.
—Querido, para eso estas, tú deberás frenar el descontrol y calmarla.
—Hasta ahora he podido hacerlo, pero la última vez... —recuerda cuando Lizari cayó inconsciente en el suelo, camino a entrenar y no pudo hacer nada—. No pude ayudarla.
—En ese momento... —pronuncia Lizari —sentí la presencia de mi madre, ella me dijo...
INICIO FLASHBACK
—Daerys, ella te dirá
FIN FLASHBACK
—Gracias a eso, pude venir ante usted.
—Es un recuerdo que dejó tu madre, no se te olvide pequeña, Flora contuvo ese poder con su vida, su sangre y los sellos de Delmas son las pequeñas vetas azules en él.
—¿Sello? ¿Así que mi padre me enseñó eso por este motivo? Jamás mencionó nada de este cristal, ni del poder.
—No podía, porque así llegarían más rápido a hacerse con él.
Luego de un rato de plática, los jóvenes decidieron ir a donde estaban sus amigos.
—Pequeña, espero verte pronto, debes tomar una decisión al respecto.
Lizari no dice nada, aún le cuesta entender el porqué su madre le dejo esa responsabilidad.
—Muchas gracias, Maga Daerys, pronto volveremos —dice Denathal
—A ustedes por venir.
Los jóvenes se marcharon, era de tarde y aún podían entrenar un poco, pero Lizari se siente confundida, pensando en todo, cruzan en su mente posibles desenlaces que afectaría no solo su vida, sino también a la aldea entera y el hogar de Denathal y Won.
—Pequeña...
Lizari sale de sus pensamientos por la llamada del vampiro.
—No te angusties tanto. Vamos, podremos llegar mas rápido con mi velocidad.
—Pero... si te toco podría reaccionar otra vez.
—Eso no ocurrirá, si pasa, aquí estoy para retenerte. Ven sube —Denathal se puso de espaldas, delante de ella en posición para que se subiera a él.
La joven lo piensa por un rato, pero al fin se sube. En ese justo momento, el joven vampiro la sujeta bien y menciona.
—Sostente fuerte, ¿estamos?
Lizari asiente y en cuestión de segundos, Denathal comienza a correr a una velocidad que ni el ojo humano podría seguir. Ella al principio se asusta, pensando en que podía descontrolarse nuevamente, pero solo fue momentáneo, le gusta estar con el vampiro, sentir el viento golpear su cara y la velocidad de él, es impresionante.
Fue tan rápido que ni cuenta se dio, que ya han llegado al punto de encuentro con sus amigos.
—Llegaron —pronuncia Won.
—¿Quiénes llegaron? —pregunta extrañado el joven príncipe.
Al voltear, esta Denathal y Lizari detrás de él.
—¡Lizari! ¿Pero? —dice Edmund confundido.
Jena estaba en otro lado junto a Renfaz, vienen caminando de adentro del bosque Claro Este, miraron que su amiga y el vampiro ya habían hecho acto de presencia.
—Liiiz, amiga... —expresa la elfa, mientas camina hacia ella.
—Jena, Ren... los extrañaba
—Y nosotros a ti. ¿Qué pasó?
—Es mejor que aun no les contemos —interrumpe Denathal.
—Pero... —Jena fue interrumpida por Lizari
—Prometo contarles luego, necesito calmarme y pensar bien las cosas. Además —hace una breve pausa—. Tengo hambre...
Jena hizo un puchero, pero entiende que es mejor para Lizari, no perturbarla, ha sufrido muchos cambios últimamente. Tyreesa, Vía y los demás estaban entrenando su esencia, se les ve felices y disfrutando de la paz que abunda en el lugar. Lizari observa a todos, a sus amigos, los nuevos integrantes de su grupo. Cada vez crece mas, mira sus manos, pensando en las palabras de la maga, de su madre, de las palabras del extraño hombre.
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Editado: 18.05.2024