Lizäri

Capítulo: Reunión

HACE UNOS DIAS

—¿Sabes la razón de esta convocatoria tan urgente? —pregunta el comandante Tyron al Guerrero Vargaz.

—No lo sé amigo, también me ha tomado por sorpresa este repentino anuncio —dice mientras ambos se dirigen al recinto de reuniones dentro del castillo de la aldea Claro Este.

Detrás de ellos van las dos comandantes, Gretta y Albany, escuchando la pregunta y los murmullos de los generales y superiores, al igual que ellos, están con intriga de saber la razón de esa convocatoria tan repentina.

En la sala de reuniones del castillo del Rey Peter, se lleva a cabo una junta convocada por él mismo, con motivo a lo dicho por Denathal y Won, en los que figuran todos los superiores, altos mandos, generales y guardias reales.

—Damas y Caballeros, hoy los he llamado porque debo tratar algo muy delicado con todos, además, esto también será una advertencia a quienes osan verme la cara.

Los presentes están anonadados por la manera de hablar del Rey, ya que nunca habían presenciado tal comportamiento. La comandante Albany pensaba en muchas cosas, su mente está atenta a las palabras del Rey Bryan, pero a su vez, ata cabos que la hacen dudar de un individuo en particular.

—Seguramente, muchos se preguntarán, ¿pero Rey, porque se expresa de tal forma? —dice mientras este camina de un lado a otro, los presentes que están en sus lugares, observan la conducta del que habla.

—Pues, alguien insolente ha querido aliarse con... —hace una breve pausa, pues tiene una ira que trata de controlar.

—Confío mucho en la fuente de información, por lo que, si estás aquí e intentas destruir todo lo que por tantos años hemos luchado, créeme, te destruiré.

—¡Pero Rey! —Exclama Gretta, la comandante de los sacerdotes—, aun no comprendo, ¿Qué es lo que sucede?

—Debemos estar atentos, debemos ser más sigilosos y observar todo —mira hacia todos los presentes—, no dejemos que nos roben la paz, esa paz que tanto nos costó... —recuerda la muerte de muchas personas, de su mejor amigo, de su esposa e hija.

—Señor... —pronuncia la comandante de los cazadores— cuente conmigo para lo que requiera, no permitiré, que lleguemos nuevamente a la era Fatal.

—Mi rey cuente conmigo, no lo defraudaremos —dice con determinación el comandante Vargaz.

Tyron que también está presente, sabe de lo que el Rey habla, sabe quién fue el que comunicó tal información, por lo que debe actuar con normalidad.

—Alteza, no dejaremos que nadie se atreva a amenazar al que intente destruir la paz —dice Tyron muy seguro de su palabra—, señor, quien ha sido el informante de tal crimen, debemos averiguar qué es lo que...

—No es necesario que sepan más, espero que todos sigan así de leales, porque, no quieren conocer mi ira —enuncia antes de retirarse de la sala—, pueden marcharse.

—Tenía mucho tiempo sin ver al rey de esa manera —menciona Albany.

—¿Tienes idea del porqué de eso, Albany? —interroga la sacerdotisa Gretta.

—No, ni idea, pero la persona o criatura que ha causado esto, le queda muy poco tiempo.

Albany tiene la ligera sospecha de a qué se debe todo, aún no está del todo segura pero tiene decidido averiguarlo en cuanto antes sin levantar sospechas. No debe decir nada, es mejor investigar para así ayudar al reino a desenmascarar al traidor.

—¿Comandante cómo está? —pregunta Tyron.

—¡Tyron! Estoy muy bien, no te he visto últimamente —cuestiona la elfa noble.

—He estado un poco enfermo, pero ya me siento mejor.

—¿Si? que mal y ahora estas mejor, supongo.

—Sí, así es —dice el mago Tyron—, que piensas de lo que dijo el rey.

—Solo digo que, pobre de aquel que haya airado a nuestro señor, no sabe de lo que es capaz.

El comandante piensa dentro de sí, «muy pronto será distinto mi querida, ni siquiera saben lo que les espera»

—Pobre, tienes razón. El rey es poderoso —responde, pensando nuevamente dentro de sí «pero no tanto como nosotros».

Todos los convocados ya han salido del recinto, están reunidos en la plaza central, donde el rey dará un anuncio, en el que Won y Denathal se unen a las filas de los soldados arcanos.

—¿Quiénes son ellos? —pregunta el comandante Tyron, sabiendo de quienes se tratan.

—Ni idea —responde Vargaz—. Solo sé que uno de ellos vendrá a mi clase y el otro es mago.

—Ah, bueno... —dice fastidiado por la mala sorpresa, luego de que terminase el anuncio, el comandante encarga a Diana la clase de hoy, mintiendo, según por malestar estomacal.

«Esto lo debe saber Helthas, nada puede interferir», dice dentro de sí, mientras busca a Symon para que lleve el recado, este no puede darse el lujo de levantar sospechas hacia él, «aun no es el momento».

—Symon, debes ir rápido, dile que llegaron imprevistos, esto debe continuar —dice al enano, quien se apresura a llevar el mensaje al oeste. Alguien que está cerca los escucha hablar, no podía salir del asombro, pero a la vez es una oportunidad de poder y reconocimiento.

—Comandante —escucha la voz de uno de los nuevos Soldados Arcanos.

Tyron al oír, palidece, pues ha sido descubierto por un Soldado. Tián, por su parte está decidido a lo que hará, por lo que sin pensarlo lo decide para obtener el poder que anhela.

—Señor, su secreto está seguro, pero a cambio —hace una pausa—, sabe que todo tiene un precio y no puede hacerme nada, o sospecharán.

El comandante se vira a mirar al joven, este con un porte serio y mirada penetrante.

—Deseo aprender a manipular la esencia arcana negra, sé que si se lo pido, no se negará, ¿cierto?

—Sabes que no está permitido.

—Así como también sabe la traición que comete, es lo mismo. No, es hasta peor —vira con la intención de ir a contarle a los demás

—Espera, si te digo como puedes aprenderla, ¿te serviría?

—Qué bueno que me entendió, claro, dígame —mientras gira nuevamente y camina hacia el comandante—. Qué debo hacer, yo hago el resto.




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