Llama Eterna.

Capítulo 2.

"-Estás loca y eres rara- dijo él mirándola a los ojos.

-Lo sé- suspiró ella agachando la cabeza.

-Por esa razón me gustas- dijo él levantando su mentón y entonces... la besó."

Libro desconocido.

 

Kay.

Ya me había hecho a la idea de que cuando saliéramos de esta cueva Alira me dejaría solo, que se iría sin siquiera decir un adiós, ya había pensado eso desde que estaba cazando los peces que comimos antes de "dormir" ya que no pude siquiera pegar una pestaña para poder descansar y recargar batería un poco. Ese tema de que Alira en muy pocas horas se iría de mi lado me traía vuelto loco, le debía demasiado por todo lo que había hecho por mi antes, durante y después de pasar por la activación, en pocas palabras estaba en deuda con ella por mucho tiempo sino es que de por vida.

Reconozco que cuando comenzó a gritar hace unos momentos me espante al principio ya que como nunca había estado con otra hembra aparte de mi ama, que luego les platicare de ese tema, no sabía si así eran siempre las hembras cuando dormían o de plano le estaba ocurriendo algo muy serio y yo no sabía ni cómo ayudarla, al principio le hable por su nombre pero no hubo ningún resultado, después la tome de los hombros y la moví un poco pero tampoco funciono, estaba comenzando a entrar en pánico cuando me di cuenta de que estaba arriba de ella, solo los Dioses sabrán cómo le hice que llegar a estar así, moviéndola de los hombros como si un hubiera un mañana y tiempo después ocurrió el milagro, ella primero se movió un poco, un movimiento casi imperceptible pero ahí estaba no estaba alucinando, yo al darme cuenta la comencé a mover más rápido como animándola para que despertara y para mi fortuna lo hizo segundos después de que se había movido. Unos ojos café oscuro me estaban regresando la mirada algo confundidos, tal pareciera que no sabían quién era yo y después ocurrió algo impredecible o eso me pareció ya que sin previo aviso me quito de arriba suyo y fui a dar al agua como si de estar tirando basura se tratara, me sentí muy enojado por lo que había hecho, más bien quiero decir que alguien con un poco de sentido común agradecería que se preocuparan por ella y en agradecimiento no estaría de más decir un muchas gracias en vez de tirarla al agua sin previo aviso.

Por ese pequeño incidente dije lo primero que salió de mi boca antes de que pudiera evitarlo o controlarlo y después de terminar de decirlo me arrepentí de haberlo dicho como no tienen idea. Supongo que se estarán preguntando ¿Por qué se arrepiente Kay? Pues bien la respuesta es fácil, yo no sé si ella tiene fobia a que se le acerquen demasiado las personas o algo por el estilo, creo que eso ni existe pero me entendieron ¿No?, así que lo mejor que pude pensar fue pedir disculpas y tratar de controlarme mejor y así fue como vi por primera vez sonreír a Alira, la verdad es que vi más oscuridad que nada pero aun con eso me pareció que la sonrisa de Alira era muy bonita y llena de luz.

Después de ese momento tan incómodo no pude soportar más estar sin un tema del que hablar y lo mejor que se me ocurrió fue salir de la cueva submarina e ir a ver si ya no había humanos rondando por los alrededores para salir de una buena vez de ahí y por fin ver a todo color como es en realidad Alira, me di una idea cuando la veía entre la oscuridad y me pareció que era muy hermosa pero aun así quisiera verlo en vivo y a todo color todo lo que vi en la cueva. El único problema es que esa cueva está muy profunda y podría salir por sus propios medios por si sola más bien tendría que salir como entro y créanme esa fue la mejor y la peor idea que se me ocurrió en ese momento.

Así que por eso estoy aquí, flotando poco pez muerto en la superficie del agua tratando de pensar como le diré a Alira como fue que llego hasta esa cueva sin ahogarse en el intento.

Obviamente no voy a llegar y decir:

-Ya no hay humanos en los alrededores, es tiempo de salir de aquí- mientras que me acerco a ella y trato de besarla o como le digo yo darle un beso de vida.

En realidad todo esto es un gran y enorme problema, pero supongo que es mejor decir la verdad a cargar en la conciencia de que alguna vez le mentí, así que primero le explicare como fue que se dieron las cosas y porque hice eso y ya después de terminar esperare un reclamo o una resignación de su parte aunque creo que serán un poco de las dos.

Mire de nuevo el cielo azul que estaba poblado por muchas nubes muy esponjosas, hice un ruego rápido a los dioses de que todo fuera bien, tome una gran cantidad de aire al suspirar y mientras lo soltaba comencé a hundirme poco a poco en las profundidades del lago, deteniéndome a ver algunas cosas sin importancia para hacer más tiempo y no llegar tan rápido pero creo que no fueron suficientes paradas ya que llegue más rápido de lo que había pensado.

Entre a la cueva más a fuerza de voluntad que nada, realmente se me caía la cara de vergüenza al tratar de pensar que era lo que iba a decir y más al pensar que sin quererlo ese fue mi primer beso, ella estaba inconsciente y era cuestión de vida o muerte pero aun así el saber que fue mi primer beso hacia que me pusiera todo rojo de la cara y el pensar que ahora mismo se lo diría a Alira empeoraba más las cosas.



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En el texto hay: alas, romance adolescente, semidios

Editado: 11.08.2018

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