Llamada al amor

Capítulo 4: Naila

—¿Y qué hiciste? Además de devolverle el beso. —pregunta Nika con ansias.

—Entraron clientes, así que me fui a atenderlos sin decir nada, a los minutos él me dice que debe irse porque tiene trabajo y antes de cruzar la puerta dijo: esto no se termina aquí, hablamos—intento imitar la voz de un hombre—y se fue.

—Oh. —exclama Assia bebiendo de su copa de vino.

—¿Por qué pareces desilusionada? —pregunta Nika.

—Por lo mismo que yo—musita Luke acomodándose al lado de Nika—. Pensaba que nos dirías que se dejaron llevar, que la ropa voló por todas partes y le dieron duro en el escritorio—suspira con dramatismo—. Dios le da pan a quien no tiene dientes. Yo me habría aprovechado de él desde hace rato.

—Concuerdo con Luke—dice Assia—. Ninguno quiere una relación, los dos se atraen y obviamente el beso te afectó o no estaríamos aquí en una reunión de alerta roja. ¿Cuál es el problema?

—El problema es que Naila no huye a las relaciones, desea tener una con un buen hombre que la tome en serio y no la deje después como le pasó antes. —explica Nika.

—Con Jake no vas a conseguir eso, nena—exclama Luke—. Me dejó claro que no quiere saber nada de las relaciones e hijos. Él es feliz con su trabajo y su vida tal cual está. El sexo lo toma como un pasatiempo.

—Eso puede cambiar. Gideon era más o menos igual y cambió conmigo. No es el único.

—Es una posibilidad. —agrega Luke.

Assia se levanta de su lugar.

—Yo creo que todos piensan demasiado. Trey y yo comenzamos con una relación esporádica, era sexo de vez en cuando ambos queríamos, dos meses después él me dijo que se había enamorado de mí y que me quería de novia, obviamente yo le dije que sí porque también estaba enamorado y desde ahí nos hicimos novios. Aunque Trey no huía a las relaciones, solo estaba tomándose un tiempo luego de terminar con su ex porque ella quería hijos y él no. Conmigo no se tiene que preocupar por eso.

—Amén—declara Luke chocando la copa con la de Assia—. Ser el tío viajero genial malcriador de sobrinos es lo mejor del mundo.

Sonrío.

—Trataré de averiguar con Gideon porque Jake le huye al compromiso. Que yo sepa, toda persona que no quiere una relación seria es por algo. Tal vez tenga que ver con la muerte de su hermana.

Dejo la copa sobre la mesa.

—¿La hermana? ¿Jake tiene una hermana muerta?

Nika asiente.

—Sí. Se suicidó hace siete u ocho años con sobredosis. Jonathan, el primo de Gideon, era el novio y fue este que la hizo recaer en las drogas, pues ella estaba luchando contra las adicciones, saliendo adelante y comenzó a consumir con Jonathan, aunque este tenía control y ella no. Se quitó la vida cuando él la dejó. Jake buscaba vengarse, justicia para su hermana y fue cuando conoció a Gideon que buscaba lo mismo.

—Qué fuerte—musita Assia—. ¿Y eso qué tiene que ver con el miedo a las relaciones? Él no le entra a las drogas y dudo que se deje influenciar por alguien para comenzar a drogarse.

—No sé. Intentaré averiguar algo con Gideon.

—Por mí no te molestes. No quiero volver a ser de esas mujeres que se acuestan con un hombre que les gusta con la esperanza de que se enamore de ella y de repente quiera una relación. Hoy soy realista. Si me acuesto con él y es lo único que él desea, bien, puedo manejarlo, pero debo pensarlo bien porque no podemos cortar lazos con mi hermana casada con el mejor amigo de él.

Nika acaricia mi mano.

—De todas maneras, averiguaré. Ya me dio curiosidad—agarra su bolso—. Me voy. Le prometí a Gideon que cenaría con él y Regina.

—¿Y cómo va el embarazo? —pregunta Luke a Nika.

—Fantástico, mucho mejor que el de Regina.

—El de Regina tuvo que ver que estabas bastante estresada por la ausencia de Gideon, el trabajo que recién comenzabas, nosotras apenas habíamos retomado nuestra relación y eras madre primeriza. Ahora ya tienes experiencia y tienes a Gideon a tu lado.

—Puede que tengas razón o el embarazo sea diferente. La otra diseñadora gráfica que trabaja en la misma empresa dijo que sus tres embarazos fueron diferentes. Tiene dos niños y una niña.

—Yo espero que sea niño. —declara Luke—. Amo a las niñas, pero así tendría un sobrino y una sobrina.

—A mí me da igual mientras esté sano—mira la hora—. Ya me voy.

Assia se levanta.

—Yo regreso a mi casa. Trey ya debe estar por regresar del trabajo y quiero recibirlo con un buen sexo oral porque con una buena comida se me complica. Por lo menos lo relajo antes de que cocine.

Reímos.

Luke también se levanta porque debe ir a preparar su maleta para su viaje de mañana.

Me despido de ellos con un abrazo a cada uno y cierro la puerta.

El beso de Jake me dejó en las nubes. No puedo recordar que un hombre me produjera tantas emociones con un beso. O tal vez se debe al hombre y no al beso intenso.

Jake se muestra tan seguro de sí mismo y enigmático que abruma mi seguridad. Él sabe lo que quiere y va por ello sin miedo a nada. Es una cualidad que admiro y que siempre deseé tener. Sin embargo, debido a mi pasado turbulento, es complicado.




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