Llamada al amor

Capítulo 10: Naila

Jake y yo estamos acostados en la cama de la habitación de huéspedes que suelo usar cuando me quedo con Regina. No iba a tener sexo con él, pero cuando se estaba despidiendo, me besó, yo le correspondí y terminamos quitándonos la ropa luego de comprobar que Regina estaba profundamente dormida y no iba a despertar. Por suerte, anoche casi no durmió por la emoción de despertar a su madre con el desayuno y darle el regalo que su padre y ella eligieron, luego estuvo todo el día rodeada de atención y jugamos hasta que sus ojos empezaron a cerrarse y se durmió a mitad de la película. Jake la llevó a la cama, yo la arropé y Almendra se acomodó a sus pies como siempre.

Paseo la mano por el pecho marcado de Jake y sus ojos verdes se encuentran con los marrones míos.

—Qué conste que yo me iba a ir.

Suelto una carcajada.

—No lo planeé. Te deseaba y sabía que Regina dormiría profundamente, al igual que la perra.

Sigo acariciando su pecho, él detiene mi mano y se coloca de costado.

—Tengo cosquillas.

—Lo sé—río—. ¿Te puedo hacer una pregunta personal?

Busco su mirada y él me la sostiene.

—Adelante.

—¿Por qué no quieres una relación seria? ¿Es por que te gusta tu vida de soltero sin compromiso o te rompieron el corazón?

—Vaya, qué pregunta.

—No tienes que responder. Es simple curiosidad. Tú sabes el motivo por el cual estoy reacia a las relaciones serias.

Él guarda silencio y aparta la mirada. Algo me dice que alguien lo lastimó mucho y por eso huye de las relaciones, sin embargo, puedo equivocarme, pues lleva muchos años soltero. Tal vez le gusta esa vida y yo solo quiero pensar que es debido a un corazón roto. Tengo una vena romántica que sale a relucir de vez en cuando.

—Por nada especial. No todos estamos hechos para las relaciones serias. Quizás en un futuro cambie de opinión. Gideon cree que cambiaré cuando conozca a la mujer indicada, tal como le pasó a él, sin embargo, él no estaba tan cerrado a las relaciones como yo.

—Nika y Assia dicen que es mejor sufrir por amor que no saber lo que es amar. Yo no estoy muy segura. Aunque en mi caso creo que el problema soy yo.

—No eres tú.

—No me conociste antes de las terapias. No te hubiera agradado y no digas lo contrario.

Ríe.

—No lo haré. Lo que importa es que has cambiado y ahora eres una buena hermana, una tía genial y una emprendedora independiente que ha logrado salir adelante. No te menosprecies ni permitas que otros te juzguen por tu pasado erróneo. Todos hicimos cosas que no están bien y de la que nos arrepentimos. Yo tampoco fui el mejor en el pasado. Pasé años odiando a una persona, buscando venganza…

—El primo de Gideon que me disparó.

Él se pone tenso, levanta la mano y la pasa por la herida de bala.

—Me alegra que no arrebatara otra vida.

Me gustaría preguntarle por su hermana, porque sé que se refiere a ella. No obstante, no lo hago porque sé que es un tema delicado para él y no parece estar muy abierto a expresar sus sentimientos. No quiero opinar sin tener todo el contexto. No conocí a su hermana.

No puedo preguntar. Ya me di cuenta que es muy cerrado. Nika dijo que Jake es parecido a Gideon antes de que se enamorara de ella. Tuvo que tener mucha paciencia hasta que él logró abrirse con ella. Mi caso es diferente porque Jake y yo no estamos saliendo y no está obligado a contarme nada.

—Al menos puedo presumir de mi herida de bala y decir que salvé a mi sobrina y hermana.

—¿Qué planes tienes para mañana?

—Dormir lo más que pueda, o hasta que Regina me despierte, e ir al parque a dar una vuelta si el calor lo permite, de lo contrario quedarse aquí a disfrutar de la piscina.

—No te he visto en traje de baño.

Suelto una carcajada.

—Me conoces desnuda.

Se inclina y me besa.

—Me gustaría conocerte en traje de baño.

Suelto una carcajada.

—Ya tendrás tu oportunidad. En lo personal pienso que es como ropa interior…

—Si usas traje de baños parecidos a tu ropa interior, no creo que puedas evitar miradas.

—No uso traje de baño de encaje.

Me besa.

—Bien porque no me gustaría que me arrebaten a mi amiga sexual—suspiro—. ¿Quieres compañía mañana?

Abro la boca para decir que sí, pero no digo nada porque debo recordar que esto no es una relación de pareja, sino casual y que puedo ser amiga de él con ciertos límites, aunque con Regina en medio es diferente. Aun así, debo ser cautelosa porque no quiero terminar más involucrada emocionalmente de lo que puedo recibir y con el corazón roto.

—No, estaremos bien. Será día de tía y sobrina.

Él asiente y se aparta.

—No me molestaría acompañarlas.

—Mejor no—me incorporo sobre los codos—. No quiero que te ofendas, pero es mejor poner algo de distancia para no mezclar las cosas. Tú lo dijiste, amigos sexuales y es diferente a ser amigos. A la noche puedes pasar por mi departamento.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.