Llámame amor

1.

Capítulo 1

Caminos diferentes.

Benji

Estoy cabreado con Emilia, al punto de que realmente quiero irme de fiesta como en los viejos tiempos y olvidarme de toda esta pendejeda. Sabía que esto del campus iba a ser problemático, pero realmente pensé que después de todo lo que hemos pasado, ella había crecido un poco. Me equivoqué, sigue siguiendo una malcriada, caprichosa y en parte esa también en mi culpa por estar cediendo siempre a todas sus necesidades.

¡Que tonto te vuelve el amor!

— Empezamos bien, Whisky por la tarde — escucho las voz del abuelo retumbar como un trueno en el comedor. Estoy en su casa en valle de Napa, aproveche el viaje para visitarle, y que en un el fondo no haya sido una perdida de tiempo.

—Abuelo, que gusto verte — sonrió y el camina hacia mi con su bastón. Cuando estamos cerca me cubre en un abrazo.

—Y yo, estoy realmente feliz de que Emilia se haya entrado en Stanford, eso ha dejado que pueda ver a mi nieto favorito varias veces este año — musita alegré de que esté aquí. Realmente disfruta de mi compañía. Pese a las buenas intenciones de su comentario, el tema de Emilia y Stanford es sensible para mí, me separo de él con rapidez y voy directo a mi vaso, bebo con desespero, quiero ahogar mis ansiedad y callar los malos pensamientos que me están enloqueciendo. —¿Todo está bien entre ustedes?— cuestiona indagando. Mi actitud es muy obvia, intento parecer más relajado.

—Si, todo bien. Ha estado muy ocupada hoy, fue difícil verla— agregó sin dar más vueltas al asunto.

—¿Donde esta Milán? Seguro me ha echado mucho de menos — el abuelo cambia el tema por fortuna.

—Si, este viaje era rápido, por eso no lo he traído está vez. Volveré a Seattle el jueves, tengo cosas que hacer —

—¿El jueves? Eso es demasiado rápido, ¿realmente están las cosas bien entre ustedes? — suspiró, me conoce bien. Sabe que estamos fatal. Siempre que vengo a verla me quedo al menos una semana, está vez he llegado hoy martes y me voy el jueves por la única razón de que prometí llevarle un encargo a Grace. Sino hoy mismo estuviera volando a Seattle.

— Realmente estamos en un punto ciego. Quiero quedarme en Seattle y ella quiere que me mudé aquí— se que está conversación no será equilibrada, el abuelo obviamente quiere que me mudé y me haga cargo de todo de una vez. Yo quiero disfrutar haciendo lo que me gusta antes de apresarme en la empresa.

—No tienes nada en Seattle, tu vida y tu futuro están aquí —el abuelo responde lo que evidentemente iba a decir.

—Mi hijo está en Seattle— me defiendo.

—Tu hijo irá a donde tú le lleves, esas son excusas baratas Benjamín —

—me haré cargo, te lo he prometido. Pero por favor no me presiones— contesto exasperado. El abuelo me da dos palmadas en el hombro.

— Solo quiero pasar los últimos días que me quedan con mi amado nieto y mi adorable bisnieto—

— Pues ven conmigo a Seattle unos días... Te sentará bien salir de la rutina — agregó y el abuelo se ríe de qué haya esquivado su manipulación. Mi teléfono comienza a sonar es Emilia por milésima vez, le rechazo la llamada pero de inmediato vuelve a llamar

— nos vemos pronto abuelo, tengo que salir. Piénsatelo — agregó fingiendo que miro él reloj y caminando hacia la entrada de la mansión donde el chofer me espera.

Subo al auto y le envío la ubicación al chófer por WhatsApp. — entendido señor — me responde y yo solo asiento. El auto inicia marcha. Emilia vuelve a llamarme, contestó cabreado.

— Deja de molestarte, sino contesto es porque no quiero hablarte ahora —

— Pues...ni...ni..ni.. — está balbuceando.

— ¡no! ¡Eso es! Era.. no lo que iba.. ¿Que iba a decir?— cuestiona, claramente está ebria.

—¡¿Estás borracha?!— cuestionó incrédulo de que se haya puesto en ese estado en tan poco tiempo.

— Tienes que venir, Ginny va... Va... A contarte que es... ¿Que es?... Su culpa. ¡Ginny! ¡Ginny! Ven habla con Benji, dile que tú eres la que se Coje a Hunter...— musita y luego se escucha un golpe estruendoso.

—Hola Benji, soy Ginny, mucho gusto, Emilia se ha puesto peda, como escuchas me la está liando, creo que deberías venir, no se ve nada bien — ni siquiera le respondo. Vuelve a escucharse otro golpe fuerte —¡Joder! ¡No! ¿Tía estás loca? ¡Baja de ahí! — es lo último que escucho antes de que cuelgue.

Suspiró, Emilia realmente va a matarme.

— Cambió de planes, conduce a la universidad...

************************************

La cabeza de Emilia le da vueltas. Ginny corre hacia ella y la ayuda a levantarse del suelo, se ha caído de la barra y se ha dado un buen golpe.

—¿Que te pasa? ¿Por qué has bebido tanto? — cuestiona después de sentarla en una silla. La música está alta. Hunter se acerca a ambas para ver que sucede. Sin dejar de pensar que es su primera fiesta universitaria y ya ha echo un espectáculo tremendo. Esa chica es interesante.

— Baila, baila Ginny— Emilia musita Mientras balancea su cuerpo de un lado al otro

— déjate llevar por la sensación de la ola. Wuuuuuujuuu— agrega haciendo movimientos extraños, Ginny voltea a mirar a Hunter con rabia.

— ¿ Que le has dado? Está fuera de si — le reclama furiosa. Hunter levanta las manos.

—Yo no le he dado nada, lo juro soy inocente, ella ha bebido todo lo que ha ido encontrando por ahí, porque tuvo un problema con su novio —

—¿tú cómo sabes eso? ¿Desde cuándo sois tan cercanos?— Ginny está furiosa. Hunter y ella tiene una especie de relación sexual. Pero evidentemente ella está enamorada de él.

— Los he escuchado pelear mientras dormía en el sofá — Hunter se encongio de hombros, Ginny se calma, y suspira mientras tanto Emilia sigue bailando como una loca y ella está intentando sentarla.—¡Déjala! Bailar le hará bien para sudar el alcohol — Hunter musita disfrutado a ver Emilia hacer el ridículo.

Ginny suspira resignada, Hunter tiene razón, Bailar le hará bien. Aún así no le da gusto que el esté tan interesado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.