2.

Capítulo 2

En otros brazos.

—Tienes que esforzarte un poco más Kylian, estoy segura de que podrás sostenerte si te lo propones — Elissa musita. Está sosteniendo a Kylian por los brazos. Luego lo suelta para que esté intente mantenerse sentado sin apoyo. Kilyan cae de nuevo en la cama.

—No puedo joder, te he dicho que no puedo— Kylian se queja. En su voz hay una evidente frustración. Lleva intentándolo desde que despertó del coma hace 4 meses.

—Si, claro que puedes. Todo está en tu mente— Elissa le anima y de acerca para que lo vuelvan a intentar pero este la empuja furioso.

—Te dije que no, deja de presionarme eres una enfermera muy mala, nunca me escuchas— grita... Elissa suspira angustiada de verle tan frustrado.

—Dejale descansar, ha sido mucho para él — Benji le indica y ella asiente en silencio.

—Pueden irse los dos, hoy no quiero verlos a ninguno — Kylian escupe. Benji se acerca y le golpea suavemente la cara.

—Entiendo tu frustración, pero no la trates así. Sabes que lo que hace está fuera del programa. Todos tus avances se lo debes a ella, así que discúlpate — lo regaña. Kylian llora.

—Lo siento Elissa... — se disculpa. Benji le sonríe. Ha mejorado mucho en carácter y como persona.

—Si, está bien... Descansa mañana continuamos... — Elissa se agrega.

—¿Vendras mañana? ¿O irás a ver a Emilia otra vez?— Kylian cuestiona. Benji se incómoda mucho.

—Vendre, solo descansá — agrega saliéndo de la habitación como un rayo. Elissa le sigue.

—¿Oye? ¿Que ha sido eso? ¿Acaso ha pasado algo entre ustedes?— elissa cuestiona con angustia. De repente la expresión de Benji parece la de un funeral. Triste, amargo y frío.

—No preguntes por favor, solo acompañame a beber, porque me estoy muriendo Elissa...— le dice con los ojos llorosos.

—Vale, vale, tranquilo... Voy a cambiarme, nos vemos en mi Auto. Solo respira, seguro tiene solución, no puede ser tan malo...

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Emilia

Ya han pasado ocho semanas desde que Benji me terminó. Aunque debo admitir que hice las cosas muy mal, no entiendo como es posible que me sacara de su vida. Literalmente solo me contesta cuando hablamos de Milán, y cada que nos vemos es simplemente para que yo vea al niño, no hay otro contacto entre ambos, actuamos literalmente como padres divorciados y eso me duele mucho.

Insisti mucho en un principio, le dije para volver y le pedí muchas veces perdón. Pero no cedió, se negó todas las veces y me dijo que no. No quise presionar, porque Ginny me aconsejo que le diera tiempo de pensar y de procesar. Su consejo me pareció más acertado que el de Maya, quien me dijo que le pidiera perdón todos los días hasta que me perdonará. Si hago eso, terminaré dañando más las cosas. Benji ha sido claro, no quiere verme, no quiere que lo moleste.

—¿Has podido este realizar este ejercicio de cálculo?— Ginny me pregunta. Y yo salgo de mis pensamientos.

—No puedo ni comer, como podría hacer esta mierda... Es imposible concentrarme — me quejo. Los ojos se me llenan de lágrimas nuevamente.

—Tengo una idea, Em, necesitas liberar el estrés — Ginny agrega mirándome divertida.

—La única forma en la que puedos liberar el estrés es que Benji venga aquí y me diga que volvamos, tengamos sexo salvaje y luego nos quedemos dormidos juntos...—

—Pero eso no va a pasar, al menos no con Benji...— Ginny musita haciéndo referencia a que esté con otro.

—Imposible, eso no va a suceder nunca pero nunca— le digo firmemente para que no vuelva ni a sugerirlo. Ella asiente y hace señas de perdón. Pero luego vuelve a hablar.

—¿tú crees que el esté guardadote luto? Seguro ya tiene a otra en la cama. Así son los hombres —

—Benji no, él no es así — agrego enojada con el ceño fruncido...

—Ese tío está buenísimo amiga, con todo el respeto que mereces, pero nadie le negaría una noche— Ginny agrega mirándome seriamente yo cierro el libro de golpe.

—él no estaría con cualquiera — vuelvo a afirmar.

—Con cualquiera no, pero seguro hay alguien que le ha interesado aunque sea un poquito — Ginny musita y me viene a la mente Elissa. El corazón se me acelera. Le escribo un mensaje referente a Milán, con la única intención de que cuándo le llame me contesté porque así es nuestra forma de comunicarnos ahora. —¿Hay alguien no es cierto?— cuestiona y yo asiento.

—Si, si que lo hay...— agregó asustada, el corazón me late a millón.

—Llamale— me indica y yo cojo el teléfono de inmediato. —Ponlo en altavoz — asiento, Le marco, colocó el altavoz, dos timbradas y Benji contesta.

—No estoy en casa, te devuelvo la llamada cuando esté con Milán — musita y va colgarme. Ginny me hace señas para que actúe rápido.

—Vale, solo quería preguntarte que más o menos pueda darle para su cumpleaños — Me siento patética de preguntas esa estupidez, es obvio que se lo que le gusta a mi hijo.

—Falta mucho para eso, lo hablaremos cuando la fecha esté cerca. — agrega y de escucha como un golpe en una ventana. Luego la voz de Elissa de fondo —Ya estoy lista ¿A donde te apetece ir?— ella le pregunta. —Tengo que colgar— Benji me responde y luego cuelga la llamada.

Me entristezco por completo, Ginny tiene razón. Benji me dejó, y no perdió su tiempo. Ya está con Elissa y están saliendo.

—¿Emilia?— Ginny de dirige a mí estoy petrificada.

—Tenias razón, el ya está con alguien... Hemos terminado para siempre — me pongo a llorar.

—No,no,no... Aún tienes una oportunidad. Pero tienes que jugar Emilia — Ginny musita, la miro confundida.

—¿Cómo? ¿que es los que voy a hacer?—

—Liarte con Hunter, has dicho que eso fue lo que le hizo enloquecer. Pues si te ve con el seguro que despiertas celos, se arrepentirá y volverá a ti —

—No va a funcionar, Benji no es así — le digo.

—Bueno entonces quédate llorando e imaginándote como otra se lo come— La irá me controla.