Capítulo 6.
Emilia
" Perdona molestarte, pero es que no tengo a nadie más a quien recurrir y parece que el destino te ha puesto en mi camino por algo. Estoy en Seattle, en el Grace hospital, mi abuela acaba de morir ¿Podrías venir por favor?"
El mensaje de Hunter me alarmó mucho, no pensé ni dos veces para ir a acompañarle. Me jodió encontrarme a Benji en el camino, me pudo nerviosa saber que estaba ahí, se que el probablemente iba a ver a Elissa, pero no quería que me viera con Hunter...
Nos llevamos la sorpresa de la vida cuando llegamos al mismo lugar, y les vimos a Elissa y a Hunter juntos abrazados.
—¿Se conocen?— pregunté al unísono con Benji. Debía ser una broma.
—No, la verdad es que conocía a mi abuela...— Hunter agrega con el semblante en blanco y la mirada perdida. Yo miro a Elissa con desprecio después que estuvo con Benji, está ahí consolando a Hunter. Es una perra aprovechada.
—Tan grande este país, y que horrible está coincidencia— Benji agrega mirando a Hunter con cara de pocos amigos, aún así no se atreve a decirle nada porque sabe que acaba de perder a su abuela. Camina en dirección a donde está Elissa —¿Estás bien? — le pregunta y no entiendo porque se interesa en ella, conocía a la abuela pero tampoco es su familiar, es evidente que solo está llamando la atención.
—Si, gracias... Pero debo volver a casa — agrega mirándome con vergüenza. Sabe lo que hizo.
—Si, baja la cara— le digo, no puedo evitarlo. Benji se enoja.
—¡Por favor Compórtate!— me reclama.
—Dejala Benji, no peleen. Si ha venido hasta aquí, aprovecha la oportunidad, arreglen las cosas. No necesito ayuda estoy bien — agregá.
«Como si fuera tan fácil arreglar las cosas»
« Has dormido con mi novio »
— Te llevaré a casa Elissa— Benji musita, la expresión de su rostro denota preocupación.
—Quiero estar sola— agregá seriamente, Benji asiente y le da espacio para que salga.
—Estare pendiente de móvil, llámame si me necesitas... — le dice y ella asiente. Luego se marcha.
Yo suspiró y me acerco a Hunter para cubrirlo en un abrazo fuerte. —Lo lamento muchísimo...— le digo y él no dice nada. Solo suelta un sollozo acompañado de un par de lágrimas.
—Estare en casa, yo cuídare a Milán, no te preocupes. Acompañale, te necesita— Benji musita antes de irse dejándome boca abierta.
Yo le tomó la palabra y me quedo con Hunter toda el rato acompañándole en la firma del certificado de defunción, organizando el tema de la funeraria y todo relativo a la sepultura.
— Ya está todo listo, el cuerpo será trasladado a la funeraria en la mañana y recibiremos el pago— una de las agentes funerarias nos explica.
—Bien...— Hunter agrega. La mujer le entrega los documentos y luego se va.
— ¿donde vas a quedarte esta noche? — le pregunto con angustia.
—En casa de mi abuela...— me contesta y me sonríe de la forma más fingida que puede. Mientras que yo pienso que eso es una idea espantosa
—Puedes quedarte en casa, técnicamente es de Benji, pero aún no nos hemos divorciado, así que también es mía... — le ofrezco aún sabiendo que eso serán problemas seguros.
—No, Emilia muchas gracias. Me quedaré en casa de mi abuela, no te preocupes — me contesta.
—¿Quieres que me quede contigo?— le pregunto.
—No, debes ir con tu ex ¡Viniste a arreglar las cosas! No ha dañarlas más — masculla.
— da igual, todo está jodido en pedazos. No puedo hacer Nada...— estoy resignada. Lo de Benji y yo parece que cada vez es peor...
—Quiero estar solo...— confiesa con los ojos cristalizados.
—Bueno nos vemos mañana... Intenta descansar — no insisto porque eyl me está pidiendo espacio a gritos, quiere llorar a su abuela en silencio.
—si, hasta mañana— contesta dándome un abrazo fuerte. Él se aparta un poco de mi, me mira la cara y se acerca peligrosamente a mis labios... — nuevamente gracias por venir a verme— agrega dándome un beso suave en los labios que me deja una extraña sensación en el cuerpo...
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Hunter
Llegar a casa de la abuela despues de tanto tiempo se siente raro, tan raro como no encontrarla ahí esperándome con una taza de chocolate caliente. Estoy muy arrepentido de no haber venido antes a pasar tiempos con ella, ahora ya no hay oportunidad, se me ha acabado el tiempo.
Veo que las luces están encendidas y me extraño, es evidente que mi madre, ni mis tíos han llegado. Les acabo de dar la noticia, ya llegarán mañana.
Abro la puerta. — ¡Hola! ¿Hay alguien ahí?— cuestionó. Cómo respuesta escuchó un golpe en el suelo. Tomo un bate de la esquina y entró preparado para todo.
— ¡Santo Dios! Baja eso...— Elissa exclama temblorosa. Tiene una bolsa de basura en la mano, estaba recogiendo los globos y la tarta en la mesa.
—¿Por qué estás aquí? ¡No puedes entrar sin permiso!— le reclamó mientras suelto el bate.
— Sí, tienes razón. Lo siento, es que pensé que tal vez no era real y que Mimi no ...— Ella no termina de hablar. Parece que va a llorar pero se contiene porque estoy frente a ella.
— vine a recoger lo de su cumpleaños, no alcanzamos a cortar el pastel, ni a abrir sus regalos — agrega entregándome dos bolsas de regalo que eran de la abuela y dándose media vuelta para caminar en dirección a la puerta — al menos se le cumplio el deseó de que volvieras, lo triste es que no pudo verte— agrega saliéndo del salón e caminando hacia el lobby de la casa.
Siento un hueco enorme en el pecho y un sentimiento de desesperación absoluta me invade. Corro hacia la puerta aún con los regalos en la mano y la sostengo del brazo.
— por favor no te vayas, no quiero estár solo y es evidente que tú no estás bien tampoco... — ni siquiera se porque le he dicho eso. No la conozco pero se siente como si lo hiciera. Ella me mira confundida — Quédate y cuéntame cosas de la abuela, cuéntame sus últimos meses ¿que hacia? ¿que pensaba? ¿que sentía? ¿Hablaba de mí? —
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Editado: 24.03.2025