Entre las ruinas del tiempo, murmullos de ayer,
se escuchan las voces que no pueden volver.
Susurros de un pasado, ecos de una era,
donde el dolor se cierne y la tristeza impera.
Cada rincón guarda el eco de una promesa,
perdida en la bruma de la vida que cesa.
Murmullos de ayer, un canto sombrío,
que resuena en el pecho como un lamento frío.
Los días se desvanecen en un mar de recuerdos,
donde los sueños se rompen en fragmentos.
El tiempo avanza, pero el dolor persiste,
en cada susurro, el pasado resiste.
Las voces del ayer son sombras que persiguen,
cada pensamiento, un dolor que no se olvide.
Murmullos de ayer, un eco constante,
que en el presente se siente vacilante.
El silencio guarda las palabras no dichas,
y el corazón se estremece ante las cicatrices.
Murmullos de ayer, una carga invisible,
que pesa en el alma, una pena terrible.
En cada paso, un eco de lo que fue,
un susurro de tristeza que nunca se ve.
Murmullos de ayer, un reflejo del sufrir,
donde el pasado y el presente vuelven a latir.
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Editado: 25.07.2024