Rostros en la Penumbra

En la penumbra, rostros se disipan lentos,
siluetas de memorias en oscuros momentos.
Cada cara es un eco de una vida perdida,
reflejo de un dolor que el tiempo no olvida.

Las sombras cubren los detalles de lo amado,
y el corazón se siente perdido y desgarrado.
Rostros en la penumbra, un desfile de penas,
donde la tristeza se vuelve una cadena.

Cada expresión es un grito en la penumbra,
un susurro de tristeza que el alma deslumbra.
Rostros en la penumbra, un viaje sin retorno,
donde cada mirada es un sueño roto y hondo.

Las luces se apagan, dejando solo la sombra,
y el dolor se convierte en una profunda loba.
En la penumbra, los rostros se vuelven vagos,
y el corazón en su tristeza encuentra desagües.

La noche avanza, llevando consigo los recuerdos,
y los rostros en la penumbra se deshacen en ruegos.
Cada sombra lleva un lamento callado,
en el rincón del alma, donde el dolor ha quedado.