En la lluvia, las sombras se alargan y se desvanecen,
como recuerdos tristes que el tiempo no deshace.
Cada gota es un suspiro de un dolor contenido,
y el corazón se siente en un desconsuelo infinito.
Las calles se llenan de reflejos apagados,
y la lluvia llora con lamentos callados.
Sombras en la lluvia, un manto de tristeza,
que envuelve al alma en su melancólica pereza.
Cada sombra es un eco de lo que se ha perdido,
un recuerdo que la lluvia ha mantenido.
Sombras en la lluvia, un desfile de pena,
que se funde con el cielo en una tristeza serena.
Las gotas caen pesadas, como lágrimas sin fin,
y el dolor se mezcla con el ritmo sutil.
En la lluvia, las sombras se convierten en susurros,
y el corazón se ahoga en sus propios murmullo.
La noche avanza con un llanto continuo,
y las sombras en la lluvia crean un destino.
Cada lágrima del cielo es un lamento sin fin,
que envuelve al alma en su triste confín.
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Editado: 25.07.2024