Nunca pensé que aquella noche mi vida iba a cambiar por completo, el reloj marcaba las 11:30pm y había luna llena, aquella noche la luna con su radiante esplendor iluminaba mi habitación, mi casa estaba situada a las fueras de la ciudad tenía un acabado del siglo XVII, eventualmente se escuchaba los ruidos de los árboles o de algún animal pero esa noche escuché algo mas, sentí temor ya que aquellos ruidos provenían de la sala, me arme de valor y decidí ir aunque el miedo se apodere de mi ser, bajé cautelosamente y al estar en la sala revisé todo y no había nada, absolutamente nada, supuse que sólo era mi imaginación.
Me dirigí a la cocina a beber un poco de agua cuando de repente escuché voces en la sala, caminé muy despacio para no hacer ruido, me escondí en la puerta que conectaba la cocina con la sala esta estaba entreabierta, pude ver a tres personas pero no podía creer lo que tenían en sus espaldas era algo irreal, ellos poseían alas como si fueran angeles, y además todo sus cuerpos brillaban era hermosa aquella luz, nada se lo podría comparar, estaban hablando en algún idioma que no logré descifrar, cuando de repente se me resbaló el vaso que sostenía en mi mano, lo cual llamó la atención de los "Ángeles" ellos me miraron y uno de ellos se me acercó pero a medida que lo hacía la luz se hacía más intensa lo cual me complicó verlo y lo último que puede ver fue una luz que me cegó por completo y de ahí no supe nada mas de mi.
Al día siguiente me levanté en mi habitación me sentía mareada y me dolía un poco la cabeza, me senté en el filo de la cama y comencé a recordar todo lo sucedido la noche anterior, como era posible que eso halla sido verdad, después de un tiempo me dije a mi misma que todo era un sueño.
Encendí el reproductor de música y me dirigí a tomar una ducha, al terminar salí envuelta en la toalla y abrí el armario, opté por ponerme un vestido ya que el calor es insoportable como para llevar puesto pantalones, una vez ya vestida me peiné y dejé mi rizos sueltos.A l darme la vuelta estaba un chico sentado en mi cama
-¿Pero quien demonios eres?-pregunté temerosa y enfadada por que apareció de la nada aunque era increíblemente atractivo
-Bueno Demonio no, soy tu ángel Kim, acaso ya te olvidaste de lo ocurrido anoche-
-Pero como es posible que te vea y como puedo creer que lo que me dices es verdad, puedes ser un psicópata-osea y eso tenía más sentido que el sea mi "Ángel"-
-Pues un ser humano normal no tiene esto.-Dicho esto el se quitó la camisa, su cuerpo estaba bien trabajado y puede ver que tenía algo parecido a unos tatuajes que iban desde sus hombros hasta su espalda y al instante estas marcas se borraron de su cuerpo, y salieron unas bellísimas alas.
-Ahora si me crees nena-dijo en tono seductor
-Si.... te creo- tartamudee un poco al decirlo ya que estaba impactada con las alas de mi ángel.
-Bueno Kim por una razón en específica me mandaron, por que estás corriendo un grave peligro, ya después te cuento, no dudes en llamarme cuando estés en problemas yo voy a aparecer de inmediato-
-Pero no se tu nombre-
-Ah cierto, me llamó Ethan Rowling, pero sólo llámame en tu mente, vale?-
-Esta bien todo entendido-le dije un poco asustada por que me dijo que corría peligro.
Ethan se acercó y depositó un beso en el dorso de mi mano.
-Bueno mi damisela nos veremos pronto- y dicho esto el se esfumó, ya no podía verlo más.
Baje las escaleras y cogí las llaves de mi moto y me dirigí al trabajo, mientras manejaba no dejaba de pensar en mí "ángel" como podía ser tan atractivo, yo me hacía la idea de que eran unos bebés regordete los Ángeles, y cual seria ese peligro al que estaba expuesta, de verdad que todo esto me parecía una locura.