Mis palabras carecen de sentido, son nulas
y pierden sentido, más aún cuando brotan
por el turbio aire de mi realidad.
Buscan un lugar remoto donde reposar
y asentar sus ideas, en esta torbellina
e inefable realidad.
Mis manos pierden su fuerza de vida
cuando luego de tantas horas y momentos
el significado se marcha.
Y es cuando todo se ha ido
que la soledad llega
y cae la oscuridad.