Y esta noche, escribiendo todo esto, explotó mi bomba. Todas las verdades que ocultaba salieron y quedé expuesta frente a ustedes.
Me desnudé con cada palabra escrita en estas cartas, lloré mi amor no tan amor y lloré mi vida. Reviví cada uno de esos trágicos días, el pasado ya comenzaba a pesar y necesitaba hacer que se aliviara.
Siempre hay una solución, para alguien tan dañado como yo, la única que había era escribirlo en pequeñas cartas destinadas a la nada. Todo porque la nada no te juzga, la nada es el vacío que satisface nuestra necesidad de ser oídos sin ninguna persona presente.
Por esto, por todo esto, tomé la cartas y una a una las fui quemando. Sus cenizas volaban por el aire y junto con ellas las lágrimas de mi dolor, el llanto de mi trágico desamor con la vida era el combustible que habían provocado su incendio.
Fin.
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Editado: 07.02.2019