Era una cierta tarde. Las nubes alumbraban en todo su esplendor que se podía observar majestuosamente; El verano había cesado su ocurrencia; Enigmáticamente todo era tan familiar; [...] Sus ojos seguían increíblemente pareciendo gotas de miel acaeciendo en lo más profundo de un soliloquio lleno de flores doradas "Mis flores doradas" nunca te vayas lejos de mí; si un día tú te alejas; sabré que algo me hace falta;
Te amo... ¿Pero tú lo harás?.. ¡A quién le importa! ¡Yo te amo! Es suficiente... Tu pelo recorría cada centímetro de mi cuerpo eso me hacía remembrar aquello que había muerto hace tiempo "Mr. gato" o "Sr. gato" y su trágicamente veraz partida un 18 de Diciembre... Y yo me sentía el más afortunado... Por causa de mirar que cada día me seguía o continuaba siendo enigmático a cabalidad.