Octava Parte.

Era un día claro como el horchata en noviembre; los paseos no eran 'populares' aún así decidimos hacer uno. A temprana mañana cuando ni "las gallinas ponen" nuestras almas sedientas del haber obtuvimos lo que podría llamarse "redención"; redención del viento en nuestras caras; redención del viento en nuestros rostros; redención de las "hojas" palpitando su deseo de redención; su propio deseo de librarse de todo aquello a lo que eran confinadas; redención por las uvas: quiénes trabajan día y noche para conservarse su belleza frutificante hace que valga la pena; redención por la miel de los árboles que no es que sepa a árboles sino que en ello se fructifica en un laberinto de acciones natruralizadas hechos conmemorados deslizándose como baba confinada escurrise es su lema y a sabiduría su sabe el néctar emana y se esparce; ¿Porqué? ¿Porqué las hojas? ellas siempre tan elocuentes -unas más que otras debido a muchas repercuciones de los mismos creadores- y cuando hablo de lasa hojas siempre me he referido a las flores también además ¡y es que son cosas diferentes pero cómo ya se le parecen!- Los sándwiches s miraba y lucían apetitosos; más sin embargo ahí rscondidad tras ¡se encontraba la "mermelada"! ¡Fiushh! ¡No me agrada! sus ojos enternecidos le miraban y se aventuraron a transmitir un <<oh>> luego de un pausado juego de fríos su señal fue captadapor los satélites se podían escuchar los estruendos de poderosos tornados tronantes que se avecinaban y fulminantemnte acaecieron las llagas eran imponentes fuertes látigos de sabiduría y emblemas; y a su tiempo se obaservaba el aleteo de una así llamada denominada "mariposa" siendo tan ágil pero frágil;

Las tormentas dictan un dictámen poderoso.