Lloriqueos y lloriqueos ¿o y adivinen qué? más lloriqueos...

Décima Primera Parte.

¡Hace caluroso! ¡Y cuán el día es ostentoso! La mantequilla se derretía... Al igual que sus ojos mielosos... Compartíamos sándwiches... Ella me hacía un masaje (lo usual); observábamos cómo las naranjas en su templo sagrado; tenaz... jocosa... junto a la luz del mañana; prometedora y desconcertante; fructruosa; (nos prometía grandes sabidurías); Éramos de la mano. Los tomatos volaban por el aire siendo capaces de su propio; proveída por diferentes corrientes proveídas a su vez por semejante aire lleno de profundidad y muchas veces de esperanza; refunfuñando nos transmitimos oleadas de jugo de uva ¡jugo de uva! eran tiempos más simples aquellos; a su vez los azulejos cantaban una melodiosa melodía armoniosa; posiblemente agradecidos por poder alimentar a sus crías una vez más. 'Creí poder haber visto su corazón el palpitar de su alma ese día' 'irradiaba luz' era una pacífica señal 'su energía inmaculada como agua resonante magnética; era como magnetismo descubrí ese día ¡era ciertamente magnetismo! aquel día como la fruta fructífera sabrisado era; 'era como día de fruta' ¿"radiante e irradiar" será lo mismo?; sus gustos eran del alma (como cualquier otro); nos alimentábamos como delfines en celo; (por hablar algo); usábamos la cuchara para untar el melocotón con dulzura y gentileza; amor se daba y amor se recibía; era recíproco como la ya bien conocida filosofía ya.



#26179 en Otros
#8174 en Relatos cortos

En el texto hay: frases chidas

Editado: 03.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.