Una pareja caminaba en el sendero de un parque, ambos tomados de la mano.
Una brisa hace que las flores de cerezo caigan.
El joven extiende las palmas al cielo, sintiendo la mirada de su pareja puesta en el.
La joven le sonríe a pesar de no comprender su actuar.
-¿Qué haces?
El joven le sonríe, mirándola a los ojos.
-Si un pétalo cae en tu mano. Tu amor será eterno.
-¿Así?-La joven extendió sus manos, esperando un pétalo. Con una repentina ilusión- ¿Cómo lo sabes?
-Lo lei- Dijo con simpleza.
Un pétalo cayó en la mano del joven y su expresión mostraba genuina alegría.
-Mi amor será eterno-
Se acercó a su novia y la beso.
La joven le sonrio y ambos se tomaron de la mano.
Comenzaron a alejarse del lugar.
Al día siguiente ella regresó.
Pero nunca cayó un pétalo en su mano.