El joven investigador salió a toda velocidad, esperando ver el cielo cubierto de nubes oscuras y ceniza por montones, pero no había nada. El movimiento había tardado un poco más, comparándolo con los anteriores. Todo estaba tranquilo, a excepción de parvadas de aves huyendo por el susto. El cielo se veía tan azul como de que de costumbre. A lo lejos, el monte Brauquiana, lucía apacible.
Delia y Lina, estaban de pie, justo afuera de la casa, mirando en dirección a la montaña. Aún se sentía una ligera vibración en el suelo que iba bajando progresivamente, sin embargo, otra debía ser su fuente. Los tres se miraron sin saber qué hacer. Luego de unos instantes, Jack, movió la cabeza señalando la casa.
Entraron. Las cosas de los estantes, vitrinas y otros soportes, estaban desperdigadas por el suelo. El móvil de Jack comenzó a sonar. ¿El Dr. Rogers? Respondió sin hacerlo esperar.
—¡Relem! ¡¿Has sentido eso?! ¡JA! ¡Lo sabía! Estaban conectados —dijo la voz emocionada del Dr. Rogers.
—¿De qué está hablando, doctor? ¡¿Es el volcán?! —preguntó Jack, asustado.
—¡Algo así, muchacho! El origen vino de Valtag, pero eso no es lo más impresionante. ¡Acabo de confirmar que estos temblores son provocados por algo que se mueve debajo de la tierra! —dijo el vulcanólogo, sin perder la alegría.
—¿Algo… bajo la tierra? —respondió Jack, sin dar crédito a lo que escuchaba.
—¡Se ha movido, desde Valtag, hasta el Brauquiana, colega! Ese movimiento, esa extraña fluctuación, es lo que provocó el último terremoto. ¡Ya te digo! ¡Yo sabía que algo raro pasaba aquí! —decía el hombre, entusiasmado—. ¡Esto es lo que necesitaba, el Consejo me ha dado el permiso al instante! ¡Haremos una excavación en la mina para encontrar el origen!
—Así que estamos buscando lo mismo, ¿eh? Lo que sea que esté bajo la mina también me concierne, doctor Rogers. Tiene que ver con mis reptiles —dijo Jack, uniendo una nueva pieza a su rompecabezas mental—. Espero que no le moleste que tome algunas muestras.
—¡Por supuesto que no! ¡Vamos por ello amigo! ¡Lo descubriremos y mataremos dos pájaros de un tiro! —dijo finalmente el Dr. Rogers.
Jack se animó un poco con el último informe. Lina y Delia lo observaban, confusas, todavía un poco asustadas. Jack les dirigió una sonrisa, restándole importancia, como diciendo cosas del trabajo. Acto seguido, encendió la televisión.
Las noticias de último minuto ya se hacían presentes en todos los canales locales. Imágenes de personas abandonando edificios y casas inundaban los reportajes.
«… este 22 de septiembre hemos tenido uno de los mayores terremotos en Nivek. Ha durado un par de minutos, pero no debéis alarmaros. El volcán Brauquiana no ha sido el origen, el reporte de último minuto, proveniente de la Universidad de Nivek, indica que su epicentro ha sido distinto.
No se ha logrado verificar el origen del movimiento telúrico, pero os mantendremos informados. Os invitamos a volver a vuestros hogares, podéis estar tranquilos».
—No se ha logrado verificar el origen… ¿sin réplicas? —dijo Jack, en voz baja, recordando lo que le acababa de decir el Dr. Rogers, hace unos momentos. Se llevó una mano a la barbilla y pensó—: «No quieren alertar a la población».
—¿Qué has dicho, cielo? —preguntó Lina, que apenas había alcanzado a escuchar a Jack.
—Nada cariño, no te preocupes —respondió él—. Tengo que ir al laboratorio un momento, revisaré que los animales no se hayan dañado por el pánico. Delia, ¿podrías encargarte de los que están en el cobertizo?
—Sí, no hay problema —respondió la mujer.
—Ve con cuidado —dijo Lina.
Se despidieron. Jack salió de prisa, subió a su auto y puso rumbo a la Universidad. Aún había gente en las calles, el terremoto era la causa. Por fortuna el tráfico era fluido. Conducía con una mano, mientras con la otra, tomaba su teléfono y presionaba la pantalla para llamar a Niel, quien respondió casi al instante.
—Niel, tengo una teoría —dijo Jack, la cabeza estaba doliéndole—. Este terremoto podría tener algo que ver con la mina. ¿Podrías ir a revisar los huevos de nuestro proyecto? Yo me dirijo al laboratorio para dar calmantes a los animales.