Tomé nuevamente mi vaso con whisky, el hielo hacía ruidos al chocar uno contra el otro. Los ruidos no me dejaban concentrarme, había demasiada gente y mis nervios aumentaban. Tome todo el vaso de whisky, me dolía la cabeza.
Al ver a todos preparándose para salir a tocar me preguntaba, qué estaría haciendo él en este preciso momento. No entendía porque siempre mi cabeza iba a él. Cada vez que tomaba su recuerdo permanecía vivo siempre. No solo cuando tomaba, si no cuando estaba bien.
El alcohol siempre fue una buena solución desde que comenzó todo esto.
-En cinco minutos salen- Grito uno de los guardaespaldas.
Terminé mi bebida y me concentré en intentar calmar para arrancar el show. Mientras esperaba, recordaba un recuerdo con Damián hace ya tres años, y para mí parecía que fue ayer.
Hola a todos. Espero que les guste esta historia.