Lo hice sin pensar

Capítulo 12


Al llegar a casa de los padres de Cristiano me sentí muy incómoda, su padre no me sacaba la mirada de encima y me estaba comenzando a poner nerviosa. No se que es lo que pasaba pero Cristiano no dirigió su mirada ni una sola vez a mi lo que me pareció rato después de la nota y la rosa  que dejo en mi cama.

-Cuéntame Anabel ¿ como van los estudios?.- pregunta la señora Mackenzie 

-Excelente, gracias por preguntar. - digo mientras sonrió. No me gusta ser el centro de atención y por eso cambio el tema rápidamente. 

-¿ y como van los preparativos de la boda ?. - cuando terminó de formular la pregunta doce pares de ojos están puestos en mi. 

Doce si, por que no sólo está mi familia también está el amigo de Cristiano, Matías.

-bueno por eso es esta cena, al parecer mi hijo tiene algo que contar respecto a eso.- dice el padre de Cristiano mirando entre su hijo y yo.

¿QUÉ? Dios mío que no sea lo que estoy pensando, el dijo que tenía casarse con Amelia si o si, no creo que sea tan estúpido y diga que ya no lo hará y que ama a mi o ¿si? 

-Por supuesto, pero lo haré después de la cena. No quiero que mamá se vuelva toda loca.- Cristiano me mira y sonríe. No se que está planeando hacer y eso me asusta cada vez más.

Cuando llega el momento de pasar al comedor, el señor Mackenzie me toma del brazo y me guía a sentarme al lado de Cristiano. La cena transcurre sin inconvenientes, cuando llega el postre siento una mano posarse en mi muslo. Mi pulso comienza a subir de manera muy exagerada, y comienzo ahogarme con el pastel. Matías que está a mi lado me pasa un vaso con agua y golpea mi espalda. 

-Perdón, los siento.- digo nerviosa, el padre que Cristiano no quita su vista de mi. Y eso me tiene vuelta loca, será que se dio cuenta cuando la mano de su hijo bajo hasta mi pierna.

-No te preocupes, son cosas que pasan. - dice Matías mientras me da una sonrisa. 

Cuando todo acaba, los señores Mackenzie se paran de la mesa y nos invitan a salón para hablar del esperado tema. 

**********************

Cristiano 

-Estas seguro que dejarle una rosa y la nota funcionará.- preguntó a Matías mientras entramos a una florería 

-Por supuesto amigo, confía en mi.

-Por eso tengo miedo no confío en ti.

Luego de salir de la oficina de mi padre y decirle que había cambiado de opinión respecto a contarle a mi madre sobre la boda mañana, le dije que preparará una cena hoy y le avisará a mamá que iremos todos a comer. Me fui a comer con Matías mi mejor amigo, me dio la idea de que comprará una rosa a Anabel como disculpa por lo de esta mañana.

-Ya verás quizá no caiga rendida a tus pies, pero al menos sentirá  pena por golpearte. 

Luego eso regresó a casa y mientras Matías entretiene a Irene y Amalia yo entro a dejar la rosa y una nota en la cama de Anabel.

Cuando llego al comedor Matías les era contando que hoy abra una cena en casa de mis padres.

-Cristiano, ¿ por que no nos habías dicho nada? 

-fue algo de último minuto, de hecho solo hace una hora le avise a mi padre . Tengo algo importante que informar así que iremos todos para que le avisen a Anabel.

-Por supuesto mi amor.- dice Amelia mientras besa mi mejilla.

Cuando se da vuelta yo limpio mi cara y Matías ríe mientras se sostiene el estómago. 

Pasamos la tarde jugando PlayStation en mi habitación, luego de unos minutos siento la puerta del departamento abrirse y la voz de Anabel llega hasta mis oídos. 

-bien, ya llego tu enamorada ahora sólo queda esperar. 

-Te juro que si no resulta o al menos ella no se vuelve toda loca, te compraré una pizza extra grande. 

-trato.- dice mientras chocamos las manos.

Anabel no da señales en toda la tarde, sólo la veo cuando nos subimos al auto camino a casa de los padres. 

Al llegar saludo a mi madre de un beso y ella me abraza como si no me hubiese visto en años. 

Mi padre no quita la vista de Anabel en ningún momento y eso me parece raro, mira de ella hacía mi. Como intentando descifrar algún secreto.

Mi madre comienza con sus típicas preguntas, al momento que llega a Anabel ella sabe muy bien como cambiar el tema se que no le gusta ser el centro de atención, lo que realmente me sorprende  Y al parecer a todos en el salón es que haya preguntado sobre los preparativos de la boda.

-bueno por eso es esta cena, al parecer mi hijo tiene algo que contar respecto a eso.- dice mi padre mirando entre Anabel y yo.

Se que algo esta tramando, pero decido seguirle el juego.

-Por supuesto, pero lo haré después de la cena. No quiero que mamá se vuelva toda loca.- digo mientras le regaló una sonrisa. 

La empleada de mis padres llega para informar que la comida está servida. Pasamos al comedor y veo como mi padre toma del brazo a Anabel y la sienta a mi lado. Ella queda en medio de Matías y yo. Amelia se ubica al otro lado junto con mi madre y la suya, y padre en su puesto de siempre.

La cena transcurre sin imprevistos, cuando llega el postre recuerdo que es el favorito de Anabel son poder evitarlo mi mano baja hasta su muslo y lo aprieto suavemente. 
Ella comienza ahogarse con sus manos tira aire hacia su cara mientras Matías le entrega un vaso con agua y golpea su espalda. Yo intento contener la rosa, cuando levanto la cabeza veo a mi padre darnos una mirada curiosa. 




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