Lo inefable del caos

Carpe diem

TE QUIERO.

Te lo tendría que haber dicho la última vez que nos vimos, pero me confié en que no sería la última.

Estaba demasiado acostumbrada a tenerte siempre ahí, que el "hasta mañana" siempre se cumpliera.

A veces nos confiamos demasiado en la rutina y dejamos de darle importancia al día a día.

Pero un día el destino nos juega una mala pasada.

La rutina desaparece, esa persona ya no está.

Te quedaste con las ganas de llenarla de besos, de darle abrazos. Pero ya es tarde.

La echas de menos y te culpas por no haber disfrutado los días a su lado.

Estás triste, sigues sin disfrutar.

No es fácil que no esté a tu lado, pero al fin y al cabo sabes que no puedes volver a confiarte en la rutina y dejar de disfrutar.

Nada de lo que hagas va a cambiar lo sucedido, pero tú decides de qué manera vas a llevarlo.

Llorando no vas a conseguir nada, levántate y disfruta, no te quedes con las ganas.

Arriésgate sin miedo al que dirán.

Di todo lo que quieras decir.
No te quedes con las ganas de besar.
Da todos los abrazos que puedas dar.
Vive el presente, deja de preocuparte que puede salir mal en el futuro.

Y lo más importante, ¡disfruta!

La vida son dos días y nunca sabrás cuando será el último.



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En el texto hay: prosapoetica, poesia y relatos, textoscortos

Editado: 13.09.2021

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