No puedo negar que amaba la navidad, que me encantaba cuando la familia se reunía para noche buena y se quedaban a dormir para abrir los regalos de navidad todos juntos.
Los abuelos al final de la mesa, los tíos por un lado con mamá y papá, y yo con todos los primos al otro lado de la mesa. Todos juntos y felices.
De pequeño mi ilusión era abrir los regalos, levantarme y ver el árbol lleno, ahora mi ilusión es totalmente distinta, mi ilusión es que la familia vuelva a estar unida, que no falte nadie en la mesa.
Me levantaba por las mañanas buscando los regalos que llevaban mi nombre, también repartía a cada uno el que le correspondía.
Tengo llorado de emoción y ahora lloro por desesperación.
Creía que a medida que fuera creciendo mi ilusión por la navidad iba a ser igual, que toda mi familia estaría igual de unida y feliz siempre, pero la mesa se hace más pequeña, faltan los abuelos, se separan los tíos...
Estas navidades no quiero regalos, quiero que todo sea como antes y estemos todos juntos, deseo que la familia se una de nuevo, que bajes del cielo.
Quiero volver a tener ilusión por la navidad, tener la fuerza que tenía mi familia, porque cuando era pequeño todo era perfecto, mi familia estaba contenta, aunque ellos también fueron niños y les faltaba mucha gente en la mesa.