Capítulo II

Beatriz

-¿Qué haces?- pregunta mi hermano

-Estoy jugando bolos- respondo, él siempre pregunta cosas que son muy obvias 

-Jaja, que graciosa 

-Si ves lo que estoy haciendo para que preguntas- le doy una mordida a mi sandwich recién terminado

-Es para comenzar una conversación- dice

-¿Qué quieres?- le pregunto

-Va a venir mi amigo, podrías abrirle la puerta cuando venga- me pide

-¿Y tú no tienes brazos o qué?

-Voy a salir a comprar palomitas

-Esta bien, espero que no sea un idiota como alguien que conozco- susurro

-Voy a fingir que no te escuche, bay- dice y sale de mi vista

Uuff, ahora tengo que estar pendiente por si viene su amigo, camino hasta la sala, dejo mi sandwich en la mesa mientras pongo música en mi speaker, luego me siento en el sofá.

Escucho el timbre y voy a abrir, ¿Qué clase de idiota será el amigo de mi hermano?

-Hola- saluda un chico alto, con cabello castaño y ojos azules

-Hola- digo algo nerviosa por su presencia

-¿Esta es la casa de Arturo?- pregunta- Ese payaso seguro me dio la dirección equivocada

-Si es su casa, o sea, es de nuestros padres- ¿Qué rayos estoy diciendo?- Pasa

-Gracias, no sabía que Arturo tiene una hermana- dice entrando detrás de mi, lo guio hasta la sala

-Si tiene- le digo, veo en la mesita mi sandwich a medio comer, lo recojo y lo llevo rápido a la cocina

-Lamento interrumpirte- dice 

-No interrumpes nada- veo que tiene algo en su mano-¿Eso es helado?

-Si, una pelicula sin helado no es pelicula- dice

-Yo pienso lo mismo- nos miramos por unos segundos-si quieres lo guardo en la nevera para que no se derrita

-Claro, un helado derretido no es helado- este chico se robó mis frases, llevo el helado en la nevera, luego vuelvo a la sala, él esta cantando la canción que suena en mi speaker "Devuélveme el corazón"

-Cantas bien- le digo

-Gracias, pero eso no es cierto- dice riendo 

-Me atrapaste- digo sentándome en el sofá largo, él esta de un lado y yo del otro

-Por cierto, soy Santiago

-Yo soy Beatriz

-Es un gusto conocerte

-Lo mismo digo- nos quedamos en silencio 

-¿Cuántos años tienes?- me pregunta

-Arturo y yo tenemos la misma edad

-¿Son mellizos?- pregunta

-Si, pero nacimos en días diferentes

-Entiendo, yo también tengo una melliza- me cuenta 

-¿En serio?- pregunto, que casualidad

-Si, pero ella vive con mi mamá en Argentina

-Debe ser duro vivir lejos de ella, yo no me imagino como sería mi vida sin Arturo, aunque a veces peleamos, nos queremos mucho- le digo 

-Bueno, es duro, pero ya me acostumbre

-¿Hace cuánto que no la ves?

-Cuatro años- responde 

-Eso es mucho tiempo- antes de poder decir algo más llega mi hermano, y adivinen, no trae nada en su mano

-¿Y las palomitas?- le pregunto, su cara se vuelve todo un poema

-Lo olvide- dice sentándose en medio de Santiago y yo

-Entonces ¿Para que fuiste?- pregunta Santiago

-Para hablar con la chica que los vende- responde con simpleza

-Esa chica debe pensar que estas loco- le digo

-¿Por qué lo dices?- pregunta 

-Se supone que fuiste a comprar palomitas, pero no compraste nada

-Tienes razón- abre los ojos como platos- Mañana le inventaré algo

-Muy bien, ¿Qué pelicula vamos a ver?- pregunta Santiago 

-Hace poco compre una de acción que parece interesante- responde mi hermano, se levanta del cómodo sofá y pone la pelicula- Beatriz, ¿Quieres verla con nosotros?

-Claro- respondo mirando a Santiago, pero él esta mirando el celular, idiota

-Santi- dice mi hermano, el nombrado lo mira

-¿Si?

-´Qué tanto ves en el celular?- gran pregunta hermano 

-Samira posteo una foto- responde

-¿Y?

-Esta con un chico

-¿Y por qué te interesa tanto?- sin duda Arturo esta leyendo mi mente

-El chico es un playboy, no quiero que lastime a mi hermana- ¿Dijo hermana?, ¿alguién mas escucho eso?

-Podríamos ver la pelicula, luego solucionas eso, no es que puedas hacer mucho desde aquí- dice Arturo

Dos horas después la pelicula se terminó, estaba cool.

-Parece que hay un hipopotamo aquí- digo mirando a Arturo que ronca muy fuerte 

-Deberiamos taparle la nariz- propone Santiago 

-Good idea- le digo, y lo hago de inmediato, Arturo se levanta de repente muy exaltado

-¿Qué pasó?- pregunta, Santiago y yo nos miramos- ¿Querían matarme?

-Queríamos que despertarás- dice Santiago

-Hay formas menos violentas- respira hondo- Necesito tomar agua

En la cocina

-¿Qué es esto?- pregunta Arturo agarrando el helado que trajo Santi

-Parece helado- le respondo, mi hermanito me mira mal

-¿Qué hace aquí?- pregunta

-No lo sé, que opinas Santiago

-Creo que decidió reunirse con unos amigos, mira, esta la señora lechuga, el señor repollo y hasta el viudo de la señora zanahoria- Santi y yo empezamos a reírnos como locos

-Me siento traicionado- agarra una cuchara

-¿Eso es para el helado o...- Santi no puede terminar por que Arturo empieza a perseguirlo por toda la casa

Holaa

Agradezco muchisimo a las personas que han guardado esta novela en su biblioteca, y gracias también por leerla

Besos