Lo Nuestro Era Conocernos, Pero No Estar Juntos

Cuarto Capítulo

El regreso

 

Connor

Miro el reloj de mano, son las 9:10 de la mañana, me remuevo en la silla de la oficina del Señor Carter, nervioso porque voy a hablar con él, de mi relación con Isabelle. Quiero que esto salga bien, por que quiero que ella no dude en estar conmigo.

Estoy solo en la oficina del Señor Carter, por que al parecer está en una reunión.

–Señor Carter, he venido a hablar con usted sobre la relación que tengo con su hija, Isabelle. Yo soy el novio de su hija y quiero decir que yo la amo con todo mi corazón, es algo que nunca había sentido por alguien y ella es muy especial para mi y por eso he venido ha hacer nuestra relación legal; por decirlo así... –dije para mi, hasta que me quede sin ideas.

-Me has logrado sorprender. Por que estas practicando que me vas a decir, eso quiere decir que estas nervioso y se nota que te importa mucho Isabelle.

Camina está su asiento, para luego sentar se.

–Por favor, sígueme hablando de lo que sientes por mi hija –pide.

–En la charla que tuvimos anteriormente le dije que llegaría éste momento.

–Cree me que no espere a que fuera tan pronto.

–Señor, no puede aguantar estar tan cerca de su hija y a la vez tan lejos.

–De igual manera, sólo se conocen de hace dos semanas, y han salido tres veces. Pienso que debiste de esperar más tiempo –suspira y vuelve a mirarme, pero con una sonrisa - Me recuerdas mucho a tu papá.

–¿Mi papá? –pregunte confundido.

–Callum Scott, ¿No?

–Si, él es mi padre –respondí orgulloso.

–Callum es un gran Amigo mío, cuando éramos jóvenes tu padre no espero, pero ni una semana para pedirle a tu madre que fuera su novia, pero ella lo rechazó por mucho tiempo, ella quería estar segura de que él era el indicado –contó alegre.

–No sabia, pero, ¿Como sabe que soy el hijo de Callum? –pregunte confundido.

–¿Recuerdas nuestra primera conversación? –asenti– Ese dia te mande a investigar.

Impactado por su respuesta, me acomode en mi asiento.

–¿Cómo está tu padre?

Trago saliva y suspiro.

–No tengo ni idea. Es que como yo estoy en una banda y el no quiera eso para mi, como castigo, prácticamente me echó de la casa –explique nervioso.

–Ah, creí que era algo peor –comentó relajándose– Pues, si es así no hay problema, mi sobrino me a comentado que todo va bien con su banda y que ya han dado algunos conciertos –opino orgulloso.

–Si, hemos tenido muchos concierto y estamos pensando en tener más en otras ciudades.

–Bueno, me da mucho gusto saber que su banda va bien, pero el tema aquí es la relación que tienes con mi hija, por que estoy seguro de que no has venido aquí para decir que quieres salir con mi hija –dijo totalmente neutro.

–Si...Yo tengo 19 años y en agosto cumplo los 20 –respondí supremamente nervioso.

–Y mi hija tiene 15 y en 10 días cumple los 16 –termino de decir aun neutro.

–Por eso he venido a pedir su permiso para poder salir con su hija sin ningún problema. Y nadie más venga a decirle esto y que todo sea un mal entendido –continúe explicando mi gran lógica.

–Connor, has hecho bien. Y eso te da crédito. Pero, como le hagas algo a mi hija, no me importara que tu padre sea Callum –comentó con una sonrisa que da miedo.

–No se preocupe, yo quiero a Isabelle y le aseguró que conmigo nada le va a pasar. No la conozco de toda la vida, pero con lo poco que sé de ella, ya se que todo en ella me encanta.

–Chico, estás loco por mi hija –opinó el Señor Carter sorprendido.

–Sí señor, pero quiero saber si se me va dar el permiso de salir con su hija –hable más tranquilo.

–Sí muchacho, te doy el permiso de salir con mi hija –respondió.

–Gracias, señor, muchas gracias –agradezco demasiado de feliz– Pero, también le quiero pedir un favor –dije apenado por estar aprovechándome de su amabilidad.

–Haber chico, cuéntame, para ver que puedo hacer por ti –dijo muy amable.

–Es que como Isabelle cumple en 10 días, quiero saber si me da el permiso de llevarme a París –propuse nervioso.

–Bueno... –dijo pensativo– Isabelle va a ir contigo a París por una semana, les pagare los boletos y su estadía en un hotel. Pero, Marco va con ustedes.

–Oh, no señor. Ya yo tengo todo planeado, ya compre los boletos para el 11 de febrero y reserve en el Hotel Pullman Paris Tour Eiffel la suite Eiffel con vista a la Torre Eiffel, pero no tenía planeado llevar a Marco –le dije con toda la paciencia del mundo.

–Wow, si que lo tenías todo planeado –comentó– Pero, ¿En qué quieres que te ayude?

–Pues, yo se que a Isabelle le gusta, no, le encanta la Torre Eiffel –dije con vergüenza es mucho lo que le pidió– Entonces, quiero que ella vea por dentro la Torre Eiffel; eso es fácil, pero quiero reservar el último piso para nosotros dos, como en una cita.




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