Ya habíamos llegado a la casa de Adam cuando Emma salió corriendo del carro, todos hicimos lo mismo, Emma tocó el timbre y cuando Adam abrió la puerta, Emma se le tiró encima haciendo que ambos caigan al suelo, mientras nosotros nos quedamos en el marco de la puerta a ver el show.
–E...E...Emma –murmura Adam, tartamudeando– No sabía que ya habías llegado.
–Sí, lo sé –responde Emma aun encima de él– ¡Uh, has estado haciendo ejercicio! –exclama Emma, viendo y tocando el abdomen desnudo de Adam.
–Sí –responde con cierta vergüenza.
–Oye, ¿Quieres ir a la playa con nosotros? –pregunta Emma levantándose– Connor tiene una casa en la playa y pensamos en quedarnos ahí un par de días.
–No sé –responde, mientras se levanta y Emma hace un pequeño puchero– Okay, está bien.
–Si –grita Emma y lo abraza.
–Bueno, ya, mucho romantiqueo aquí –comenta Gaby entrando a la casa.
–Mejor me cambio y empaco mis cosas –Adam comenzó a subir las escaleras dejándonos solo en la entrada.
–¿Soy yo o está más guapo? –pregunta Emma arreglándose el cabello.
–Si tú lo dices –responde Gaby acomodándose en el sillón, parece incómoda .
Lo esperamos un rato en la sala, hasta que al fin se había dignado a bajar.
–¡Dios, te demoras más que estas tres niñas! –comenta Connor levantándose cuando ve a Adam.
–Cállate –grita Adam fulminando lo con la mirada.
–Vámonos – dice Gaby y salió de la casa.
–¿Qué sucede con ella? –pregunta Adam mirándola salir de la casa.
Adam va tras ella y todos lo seguimos, cierra su puerta y nos montamos en el carro. Nos sentamos igual solo que esta vez Adam cargaba a Emma en su regazo.
–¿Y quién más va? –pregunta Adam.
–Will –responde Gaby.
–Ah, okay –comenta Adam dudoso – Hola, Emily.
–Ya pensaba que se habían olvidado de mí –opina Emily de brazos cruzados.
–Nunca –gritamos todos y Emily comienza a reírse a carcajadas.
–Okay, okay –dije– Pero, no me rompan los oídos.
Y todos comenzamos a reírnos.
En todo el camino me la pase cantando las canciones que pasaban en la radio.
–Ya llegamos –anunció Connor y todos bajamos del auto.
Toca el timbre y tardan un rato en abrí la puerta.
–¡Oh por dios! Hoy todos quieren estar sin camisa –comenta.
Volteo a ver a Gaby y ella está ruborizada.
–Disculpa, eh –exclama Will alzando los brazos y se queda ahí parado– Hola, Emily.
–Ho...ho...hola –saludó Emily tartamudeando.
–¿Will quieres venir con nosotros a la playa? –pregunte– Y como Connor tiene una casa en la playa, nos pensamos quedar ahí un par de días.
–Mmm... Está bien –responde Will– Entren, ahora bajo.
Will subió las escaleras y nosotros entramos a la casa y nos sentamos en el sofá.
–Deja de ser tan evidente –Emma regaña a Gaby.
–Es que, no lo puedo evitar –responde Gaby pasando las manos por sus piernas.
–¡Dios! ¿No sabes disimular o qué? –pregunta Emma.
Para nosotras era casi normal este tipo de situaciones, pero Gaby nunca había estado nerviosa o bueno nunca tan nerviosa y para Emma era muy importante que la discreción y los nervios fuera lo más importante cuando alguien te gusta y que el hombre siempre sea el que de el primer paso.
–Claro que sí, pero es que me gusta mucho –respondió cabizbaja.
Creo que estaban exagerando todo en esta situación. Esta bien que tengamos discreción, porque claro está que no podemos tirarnos encima del chico si él no siente nada por alguna de nosotras y menos que parezcamos unos fáciles y unas cualquieras.
–¿De qué hablan? –pregunta Connor confundido.
–De algo tan fácil que se llama disimular, porque esta niña no sabe disimular que le gusta Will –responde Emma indignada.
–¿Le gusta Will? –preguntó Adam.
–Si –respondimos todas, hasta Emily.
–Emily ¿Qué tu sabe de gustar de alguien? –pregunta Adam mirándola acusadoramente.
–Se mucho más que tú – responde ella, mirándolo con indiferencia.
–Se nota que ya la corrompieron –comenta Will, recostado en marco de la puerta.
–¿Hace cuanto estas ahí? –pregunté, casi igual de sorprendida que Gaby.
–Desde que la novia de Adam dijo "Esta niña no sabe disimular que le gusta Will" –respondió Will y Emma puso su cara de vergüenza, junto a Adam.
–Adam no es mi novio – responde ella cabizbaja, incomoda.
–Pero, Adam ¿Ella no es la chica de la que me hablabas? –pregunta Will confundido.
Esto cambió de ser exagerado a incómodo, podríamos ser un show en este precioso momento.