Un día normal y corriente, después de un día de fiesta, estoy con una resaca de muerte, no logro despegar mis párpados, juro que no vuelvo a salir de fiesta. Miro la hora y son las 14:07 de la tarde, quiero dormir un poco más, así que, cierro los ojos cuando de repente escucho que me llaman, no le echo cuenta hasta que aporrean mi puerta así que gruñendo me levanto a abrir.
- Hola mamá, ¿Necesitas algo?
- Buenas tardes May, ¿no crees que es hora de levantarte? Tira a darte una ducha y baja a comer.
- Pero mamá... Tengo sueño.
- A la ducha ya si no quieres quedarte sin ver a tu amiga.
Tras decir eso se va, y ya no me queda más remedio que meterme a la ducha. Soy de esas chicas que tardan como media hora debajo del agua para "relajarme", en verdad es que se está tan calentito que pues no hay ganas de salir. Cuando termino, salgo para vestirme con mi traje habitual, que consiste en un pantalón pegado al cuerpo de color morado, con una camiseta negra con rayas moradas en los brazos, y por último las botas negras. Me cepillo el pelo y bajo a comer, veo que hay preparado lo que me gusta así que me siento a comer con muchas ansias.
- May, tienes 17 años y ya eres mayor, tienes que ser más responsable con la comida y las bebidas que tomáis y no quiero que vuelvas a comer carne que mira como te pones.
- Mamá solo es una noche la que probé algo nuevo, no me des la brasa.
- Cuidado esa lengua chica, pero bueno, cuéntame que tal la noche, ¿ lo pasaste bien?
- Si, fue genial, bailamos, cantamos e incluso conocimos a un chico que es expectacular, se llama Aitak y es muy gracioso.
- Aitak... nunca escuche ese nombre.
- Dice que es nuevo en el pueblo, osea que venía del pueblo de al lado.
- Bueno termina de comer que solo falta tu plato para que lo lave.
- Toma, no quiero más.
Luego de eso aviso a Yoselin, para que venga a mi casa a ver una película. Mientras la espero preparo palomitas y cojo las bebidas. A los 20 minutos suena el timbre así que bajo a abrir.
- Hola May, ¿ qué tal la resaca?
- Hola Yose, pues me he despertado hace una hora.
- Tan floja y dormilona como siempre.
- Bueno, no mas ataques a mi, saluda a mamá y vamos a ver la película.
- Si, pero que no sea otra historia espacial, que sea sobre terror del planeta Tierra, que es guay y aquí no pasará nada interesante nunca.
- Está bien, coge las palomitas me voy a la cama, no tardes.
Cuando sube nos ponemos a ver películas hasta que se hace de noche y nos vamos a dormir, ella se queda en mi casa.