Lo que asecha en las sombras.

Capítulo 6

Me despierto sobresaltada y asustada. Quién en sus malditos cabales despierta a alguien con semejantes gritos.
Trato de enfocar el mundo, salir de la neblina que hay en mi mente.
Entonces pude verla con claridad , estaba a unos milímetros de mi cara, casi invisible a simple vista.
Es una criatura renqueante hecha de sombras, su boca filosa y dentada , sus ojos brillantes y siniestros .
—¿Truco o trato?—preguntó con voz chirriante y sinestra .El edor putrecfacto de su aliento golpeando mi cara.
Juro que mi corazón se ha parado y comenzado latir. Me duele el pecho, me falta el aire y estoy sudando.
Ayudaaa, trato de gritar, pero mi voz se niega a salir.
— ¿Por qué te asustas? ¿Ahora le temes a los monstruos?—preguntó mientras pasaba sus garras por mi cara. Sentí que me rasgaba y que la sangre caliente brotaba por mi rostro.
Abrió su boca llena de dientes afilados, su lengua viscosa y áspera lamió mi cara. Trepó sobre mí cuerpo, clavó sus garras en mis brazos inmovilizandome y acercándose a mi rostro comenzó a drenar mi cuerpo de energía. Era doloroso, con cada tirón, me quedaba sin aire y mi cabeza latía.
Grité una y otra vez, grité de dolor, de miedo, de terror. Grité hasta que mi garganta quedó en carne viva y desapareció mi voz .
¿Porque nadie viene? ¿Nadie me escucha?
El monstruo continuaba drenandome. Con cada tirón codicioso, se iba apagando poco a poco mi vida. Sin embargo su forma se volvía más definida y poderosa. En poco tiempo mi pobre constitución física ya presagiaba la muerte que persigue a alguien, que se depaupera. Apenas siento mi cuerpo, solo hay dolor. No hay nada que hacer , ya no me quedan fuerzas. Miro hacia la ventana, ya casi amanece, los primeros rayos de sol calientan la mañana. Es irónico que muera el día de Halloween.
Cierro los ojos y espero el dolor que sobreviene a la muerte... Nada. ¿Ya estaré muerta? ¿Así se siente morir ? No me atrevo a abrir los ojos.
Cuando finalmente lo hago , la habitación estaba sumida en un silencio sepulcral. La luz del sol ilumina mi ventana, ya no hay sombras. La criatura ha desaparecido por completo. Mi corazón apenas late dolorosamente en mi pecho recordándome que estoy viva.
¿Estaba soñando?¿Todo a sido una horrible pesadilla? No, se sentía demasiado real.
Toco mi rostro con una mano temblorosa, miro mis dedos.
Sangre.
Halloween comienza.
¡Cuídense todos!
Algo asecha en las sombras.




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