Lo que callamos para no rompernos

Ausencias que duelen, porque diciembre ahora está en silencio

La Navidad llegó, pero ya no se siente igual. Antes era risas, música, familia reunida sin prisa. Hoy es
silencio. Las mesas están incompletas, los abrazos se han vuelto recuerdo, y la distancia divide lo que antes era unión. Las calles se iluminan, pero por dentro todo se apaga. Hay ausencias que pesan
más que cualquier regalo, y momentos que ya no volverán. Estoy aquí, intentando sostener lo que
queda, sabiendo que diciembre ya no celebra: solo recuerda.




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