El cerebro con cansancio y dolor le dijo al corazón, (¿y si me rindo?) por lo que el corazón le respondió con enojo y amargura, (no) dijo firmemente (solo levántate y sigue) el cerebro responde con frustración al ver que el corazón no lo entendía (Pero me caí 25 veces) el corazón de nuevo enojado a la respuesta del cerebro (¡pues si te caes 25 veces, te levantas 25 veces! Y si a la 26 te duelen las piernas te levantas con los brazos... solamente un paso más ¿Si?) el cerebro en medio de lágrimas responde (solamente un paso más).
Después de esa charla con el corazón, el cerebro se quedó pensando en lo que le dijo, "si te caes 25 veces te levantas 25 veces" pero... Él ya estaba muy cansado, así que reflexionó toda la noche sobre si debería rendirse o no.
Se llegaron la 1:00, las 3:00 y las 4:00 y el pobre seguía reflexionado, se sentía tan atrapado como en una caja, con 3 paredes y 1 espejo... 1 espejo en el que refleja toda su frustración, tristeza y dolor, era solo un punto en aquella habitación. Y se llegaron las 5:00 y el cerebro se levantó de un solo brinco y decidió que iba a hacer, lo iba a intentar una vez más. De nuevo, en esa caja llena de silencio y de ruido a la vez, comenzó a bailar e intentar ese paso que tanto le cuesta, ese paso de baile que le hace doler sus pies, piernas y cabeza. Lo intento, Pero... se cayó de nuevo, en ese momento dijo (¡no! Pero porque otra vez, no me sale por más que lo intento no me sale) se sintió tan solo en ese momento así que se sentado mirando a su alrededor después de un tiempo decidió levantarse de nuevo e intentarlo 25 veces más.
Luego de llegar a la 50 se derrumbó en el piso, pero no a llorar, ya no tenía lágrimas el pobre, se dio cuenta de algo... no estaba solo, había alguien en el rincón de la habitación todo este tiempo, era el mismo, aquel se acercó se arrodilló y le dijo con dulzura y calma (¿Ya te calmaste? ¿Verdad?) Sonrió con amor (no estás solo, me tienes a mí, yo siempre estaré para ti aquí en estas 3 paredes y un espejo... ahora ¿podrías levantarte e intentarlo una vez más?) El bailarín asintió con la cabeza y se levantó y lo intento una vez más... después de terminar se dio cuenta de que lo logró, logro ese paso tan duro y difícil. Se dio cuenta de que le tomó 50 veces para entender que era bueno tener malos momentos, pero lo que si no era bueno era rendirse, y después de tantas horas encerrado en esa caja, se dio cuenta de que ahí, justo a su lado, había una puerta, la abrió con felicidad, pero antes de irse miro a esa caja en la cual aprendió a levantarse, ese día el bailarín no se rindió con el paso... ahora ¿tú te rendirás?
A veces nos sentimos como él, en una caja en la que solo están 3 paredes y un espejo, nos sentimos tan frustrados que no sabemos dónde está la salida, pero la puerta está justo a nuestro lado, solamente que necesitamos caernos y aprender a levantarnos para que al fin podamos ver esa puerta... así que por favor no te rindas "Si te caes 25 veces te levantas 25 veces" encuentra tu puerta y levántate... ¿Una vez más?, ¿si?
Esto es solo una metáfora, a veces nuestro corazón es el que nos da esperanza y nuestro cerebro el que ve una realidad totalmente distinta y por eso es que nos trasladamos a esa caja de 3 paredes y un espejo, un espejo que refleja todas nuestras inseguridades, temores y fracasos. Tenemos que caernos y levantarnos tantas veces para entender de que solo hay que intentarlo una vez más porque una puerta nos espera para salir a brillar.
-Sofía Mojica