MARCELA
Eran las 10 de la mañana y aún estaba metida en mi cama feliz de la vida durmiendo, no crean que no trabajo, si no que casualmente me encontraba con vacaciones, y dormir era una de las cosas que más me gustan hacer en la vida entera.
El timbre suena (ding-dong).
Camino hacia la puerta, mientras rápidamente me hago un moño y corro para ver quien toca el timbre.
Mientras el me sonríe, corro a alistarme, súper sorprendida por la sorpresa que me dio... realmente me acompañará al doctor, tengo un poco de vergüenza y timidez quizá por lo que la gente pueda pensar, pero me siento muy alegre por que por lo menos hoy no me sentiré sola en eso, ya que no tengo a lado mío a papá y mamá que en paz descansen tengo a Derek es un gran amigo.
DEREK
Marcela se fue corriendo a alistarse para su cita con el médico, por su pijama podría apostar que aún no desayuno, así que me pongo a buscar la cocina para prepararle algo, no es que sea un experto, pero lo que haré será por lo menos comestible, encuentro fruta y decido prepararle un jugo.
Se nota como ella se pone nerviosa y se ruborisa.
Una vez termino el jugo, nos fuimos para el hospital, era en un lugar algo alejado, pero valía la pena, ya que ahí se encontraban excelentes doctores, por no decir los mejores.
MARCELA
Realmente tenía miedo a pasar sola por todas las cosas que implica un embarazo, ya que se supone que la responsabilidad y el placer de esperar a un bebé es de dos, poco a poco me iba dando cuenta que tan mal elegí, Diego jamás preparó algo de comer para mi, me preguntaba ¿por qué me apresure y no espere con más paciencia al verdadero amor de mi vida?, ¿ por qué no me fijé en las cualidades que debía tener o por lo menos mínimamente que se preocupara un poco por mi?, quizá si hubiera esperado un poco más habría conocido a Derek, realmente me doy cuenta de que el valía la pena, la espera y todo el tiempo que tardó, y yo... no esperé por el.
Derek enciende su radio y empieza a sonar la canción de Freddie Mercury - love of my life.
Derek me mira sonríe y también canta junto a mi, estos momentos son mágicos, solo me pregunto...¿ por qué no apareció antes en mi vida?.
Llegamos al hospital, y cuando la enfermera pronunció mi nombre, me levanté del asiento y levanté mi mano.