Lo Que Dejaste Ir

LO AME EN ESE MOMENTO

 

MARCELA

 

 

Eran las 10 de la mañana y aún estaba metida en mi cama feliz de la vida durmiendo, no crean que no trabajo, si no que casualmente me encontraba con vacaciones, y dormir era una de las cosas que más me gustan hacer en la vida entera.

El timbre suena (ding-dong).

 

  • Vaya ¿quien podrá ser?, mejor dicho ¿quien se atreve a interrumpir mi sueño?- Salgo sin más remedio de la cama- ya volveré pequeña, espérame- le digo a mi dulce cama con una mirada triste.

 

Camino hacia la puerta,  mientras rápidamente me hago un moño y corro para ver quien toca el timbre.

 

  • ¡Derek!, ¿qué haces aquí?- realmente me sorprende.
  • Marcela, perdón por no avisar, es que no sabía a donde llamarte, como perdiste tu teléfono.
  • Ahora que lo recuerdo, tienes razón,  perdí mi teléfono- cielos hasta ahora no me había dado cuenta de eso-¿y tú como sabes eso?.
  • Ahh.. eh..  tu lo mencionaste, que estaba dentro tu bolso junto con tus llaves y los perdiste el día que nos conocimos.
  • Tienes razón- solte una pequeña carcajada por lo distraída.
  • Bueno estoy aquí, para llevarte al médico, ¿ no tienes nada que hacer  verdad?
  • ¿Ir al médico?, ¿ahora?, pero si no estoy nada lista.
  • Lo imagine por eso programe la cita para medio día, lo que significa que tenemos dos horas para llegar, alistate tranquila, no hay apuro.
  • Que considerado, esta bien me daré una ducha y me cambiaré lo más rápido posible, mientras puedes tomar asiento en la sala, enciende la televisión o la radio, siéntete cómodo- realmente quería que el se sienta bien en mi casa.

 

Mientras el me sonríe, corro a alistarme, súper sorprendida por la sorpresa que me dio... realmente me acompañará al doctor, tengo un poco de vergüenza y timidez quizá por lo que la gente pueda pensar, pero me siento muy alegre por que por lo menos hoy no me sentiré sola en eso, ya que no tengo a lado mío a papá y mamá que en paz descansen tengo a Derek es un gran amigo.

 

DEREK

 

Marcela se fue corriendo a alistarse para su cita con el médico, por su pijama podría apostar que aún no desayuno, así que me pongo a buscar la cocina para prepararle algo, no es que sea un experto, pero lo que haré será por lo menos comestible, encuentro fruta y decido prepararle un jugo.

 

  • Ya estoy lista - volteó a ver a una Marcela hermosísima -¿ tengo algo?,¿ por que me miras así?
  • Estas hermosa, muy hermosa.

 

Se nota como ella se pone nerviosa y se ruborisa.

 

  • Muchas gracias. ¿ nos vamos?.
  • Si, claro, pero primero tómate esto. Perdón por tomar tus cosas, pero imagine que aún no habías desayunado- le ofrecí el jugo y ella me miró sorprendida.
  • Muchas gracias, no debiste haberte molestado.
  • Tienes que alimentarte bien.

 

Una vez termino el jugo, nos fuimos para el hospital, era en un lugar algo alejado, pero valía la pena, ya que ahí se encontraban excelentes doctores, por no decir los mejores.

 

MARCELA

 

Realmente tenía miedo a pasar sola por todas las cosas que implica un embarazo, ya que se supone que la responsabilidad y el placer de esperar a un bebé es de dos, poco a poco me iba dando cuenta que tan mal elegí, Diego jamás preparó algo de comer para mi, me preguntaba ¿por qué me apresure y no espere con más paciencia al verdadero amor de mi vida?, ¿ por qué no me fijé en las cualidades que debía tener o por lo menos mínimamente que se preocupara un poco por mi?, quizá si hubiera esperado un poco más habría conocido a Derek, realmente me doy cuenta de que el valía la pena, la espera y todo el tiempo que tardó, y yo... no esperé por el.

 

  • Estas muy callada, ¿pasó algo?.
  • Disculpa, no pasa nada.
  • ¿Te parece si escuchamos música?
  • Claro, veamos que tipo de música te gusta.

 

Derek enciende su radio y empieza a sonar la canción de Freddie Mercury - love of my life.

 

  • Tienes buen gusto - y me pongo a cantar bajito.

 

Derek me mira sonríe y también canta junto a mi, estos momentos son mágicos, solo me pregunto...¿ por qué no apareció antes en mi vida?.

Llegamos al hospital, y cuando la enfermera pronunció mi nombre, me levanté del asiento y levanté mi mano.

 

  • Soy yo- la enfermera se acerca a mi.
  • ¿Y usted debe ser su esposo cierto?- dijo mirando a Derek y sin darnos tiempo a responder siguió hablando- vengan rápido por aquí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.