Lo Que Dejó La Niebla
No me he atrevido a contra esto antes por vergüenza a que me tomen como un loco, pero comparto esto con el fin de demostrar que… en este mundo hay cosas o hechos que simplemente no tienen explicación, era un viernes cuando inicie mi viaje por la carretera de la costa , con motivo del cumpleaños de un viejo amigo el cual vivía en otro estado eran más o menos unas 7 horas de viaje desde mi hogar, el año pasado ya había rechazado su invitación por motivos de trabajo así que esta vez me las arregle como pude para no fallarle y estar presente en su fiesta, el viaje estaba siendo expedito, la noche lejos de ser fría estaba algo fresa, de haberse mantenido aquellas condiciones hubiese sido un viaje normal pero algo imprevisto me aguardaba en el camino.
Llevaba unas tres horas de viaje cuando me detuve a comer en una pequeña cafetería a un costado de la carretera la cual estaba casi vacía solo tres personas habían dentro : el cocinero, una chica la cual parecía ser su esposa o novia que me tomo el pedido y un señor ya mayor que sentado en la barra devoraba sus filetes, pedí un café y una hamburguesa que devore casi en dos mordiscos desde que había salido de casa no me había echado nada a la boca salvo el cigarro pero eso claramente no es comida, el anciano a mi lado trataba de entablar una conversación conmigo pero yo apenas le respondía, siendo sincero solo quería llegar luego a la casa de mi amigo y el viaje me tenía algo agotado, no tibia enlamo de conversar con un viejo desconocido, me preguntaba a donde iba, a que me dedicaba, yo solo respondia de forma escueta, antes de salir de la cafetería el anciano me dio un consejo el cual más tarde lamentaría no haberlo tomando en serio :
-Joven tenga cuidado en estas carreteras del norte suele aparecer una densa niebla la cual ha provocado muchos accidentes, si va conduciendo y ve que aparece deténgase… la niebla es caprichosa le encanta jugarle malas pasadas a quienes la desafían, esa maldita se ha cobrado muchas vidas, es mejor que pase la noche en alguna cabaña de por aquí.
- Gracia señor, pero no me pasara nada no es primera vez que conduzco de noche- le dije- aunque en el fondo para mi esa cosa no eran más que patrañas creencias de puebluchos perdidos por ahí.
- que tenga un viaje hijo- se despidió extendiéndome la mano.
Eran pasadas ya las once de la noche cuando iba inmerso en la noche a unos 120 kilómetros por en la carretera una vacua carretera, pero hubo algo que no me podía sacar de la cabeza “ la niebla es caprichosa le encanta jugarle malas pasadas a quienes le desafían” esa maldita frase que había dicho el viejo, ¿ qué me habría querido decir?, ¿ o simplemente me estaba cuidando?, debo confesar que soy de personalidad desconfiada siempre que recibía un halago o consejo pensaba que esa persona o alguna intención escondida tenia o simplemente me odiaba, soy bastante desconfiado es mi gran defecto.
Ya me estaba sugestionando con aquella advertencia del viejo así que decidí olvidar todo eso, un amigo psicólogo una vez me dijo que “las personas hacen o dicen cosas y tú decides si te afectan o no” así que preferí bajarle el perfil, incidí un cigarrillo y la radio, le subí todo el volumen una vieja canción de los ochentas, dios como amaba esa canción, fue una muy buena época para la música y el cine ¿no creen? Todo iba bien hasta que la señal la radio comenzó a fallar lo último que alcance a escuchar fue una vieja canción de la época de mis abuelos tipo años cuarenta por ahí hasta que finalmente la señal simplemente se perdió.
Mire mi celular que anunciaba que eran las 00:05, cuando note lo resbaloso que se había puesto el piso de la carretera, no tarde en percatarme que ya había llegado ella, está inmerso en la inevitable niebla, creo que… creo que la subestime pero era impresionante lo densa que estaba aquella noche, ni siquiera podía ver lo que había más allá a un kilómetro de distancia, entonces vino a mi cabeza esa frase del anciano como una especie de mantra, como un maldito cartel al costado de advertencia o publicidad al costado del camino, “ la niebla es caprichosa le encanta jugarle malas pasadas a quienes le desafían”, pero a mí me encantaba no hacerle caso a mitos añejos así que puse las luces de cruce y posición las cuales no reflejaban la niebla y mejoraban la visibilidad, sé que además de esto debí adecuar la velocidad pero no lo hice, al contrario acelere, quería salir luego de esa jaula de nubosidad, algo en mi decía que debía escapar,¿ o ya estaba paranoico? Ah viejo de mierda logro sugestionarme, no sabría describir a ciencia cierta lo que ocurrió a continuación, yo lo aludo a un desperfecto mecánico , ya que al menos por unos 5 segundos la luces de mi auto se apagaron, sumado eso a que iba a una excesiva velocidad sentí un hielo por mi cuerpo, todo era oscuridad y niebla, no veía casi nada solo oía el ruido de los limpiaparabrisas que en vano trataban de disipar ya niebla, era como camíbar con una venda en los ojos por un precipuo, y algo… algo unos metros más allá de figura no distinguible me esperaba, era muy alta para ser humana no sé si habrá sido efecto del vértigo de la situación pero creí ver unos inmensos cuernos y esta no se movía como esperándome, como desafiándome a que chocásemos a ver quién resultaba muerto, casi al quinto intento las luces se encendieron nuevamente pero ya era tarde, tenía casi encima ese ser cuando gire bruscamente para evitar chocarlo, creo que lo golpee porque emitió un espantoso grito, comencé a dar vueltas en mi coche, me golpee la cabeza con el volante hasta que finalmente el vehículo se detuvo, quede aturdido por unos instantes, veía borroso, pero milagrosamente estaba ileso, me baje del auto y constante que esa figura de cuernos no era más que un ciervo que ahora yacía en la carretera, me acerque al pues yo lo creía muerto pero este animal se paró y dio un tremendo salto acompañado de un estridente alarido perdiéndose en la inmensidad del bosque.