LO QUE DICEN TUS OJOS
(LAS GUERRAS DEL CORAZÓN)
CAPITULO 1
ISLAS DEL NORTE, 700 AC APROX.
Eran tiempos difíciles y crueles; las islas del norte se mantenían independientes y soberanas, alejadas de otros reinos y otras tierras; eran gobernadas por poderosos reyes. Una de estas islas, era Aoxtduzz, que compartía territorio con Spoks, siendo la más grande de las nueve islas; su señor era el gran Vardem, fuerte y bondadoso guerrero, aún joven, que no negaba ayuda a sus vecinos y procuraba mantener su tierra libre de invasiones; pensando en esto, no solo era un formidable guerrero sino que realizaba las alianzas pertinentes y las más convenientes para Aoxtduzz. Las otras islas eran, Lawy, Taranto, Autquión, Patros, Keilan, Ankara, Deitole y Seleusa Vittore que no era muy importante ya que era un lugar helado e inhóspito.
Había llegado para Vardem, la hora de casarse, y aunque su principal enemigo sería la opción más acertada para concertar una alianza e intentar así la tan anhelada paz; decidió aceptarle a su vecino cercano de Spoks una alianza matrimonial con su hija, la princesa Kaira, a quien no conocía y tampoco deseaba conocer, al considerar que se interponía en sus planes; por tal motivo y siendo conocedor de las leyes de las islas, adoptó un plan que pondría en marcha de inmediato; con la llegada del nuevo sol se enlazaría, pero nada más. O bueno, eso pensaba él.
- Ha llegado tu prometida – dijo burlonamente Carix a su señor, que además era su mejor amigo; hacia muy poco tiempo, el nuevo sol, había nacido
- por favor Carix, no hagas una burla de esto, sabes que es un matrimonio arreglado, no puedo emprender una guerra con mi vecino cuando estoy defendiéndome de Keilan; tu mejor que nadie, sabe que no consumaré este matrimonio y que después de que se vayan los soles necesarios, con alguna buena excusa la enviaré de vuelta a su padre.
- no necesitas explicarme otra vez lo que ya sé, soy tu primer general y tu mejor amigo, siempre te voy a apoyar; ¿pero has pensado en las consecuencias del repudio?
- claro, pero tengo a mi favor el tratado de las treinta semanas de Lawy, por las leyes y el honor, “ninguna mujer será ocasión de guerra pero si de paz”; de todas maneras un repudio no es igual a un rechazo ni a un reemplazo; al final se puede ir completa y sin el menor daño
- entiendo; lo tienes todo pensado, en verdad espero que todo salga como lo has planeado
Los dos hombres, Vardem, rey de Aoxtduzz, y Carix su primer general, permanecieron en silencio viendo desde una torre la llegada de la comitiva de la princesa Kaira, hija del rey Salum de Spoks, el reino del norte.
Spoks y Aoxtduzz, eran los dos únicos pueblos que compartían la misma isla en los mares del norte; Aoxtduzz, era un poco más grande que su vecino y algo más poderoso también, estaban rodeados por otras islas, una de ellas, Keilan, un poco más grande que la de los otros seis reinos. El rey de Keilan, un hombre ambicioso a mas no poder, mantenía dominadas a las otras islas haciendo que le pagaran tributo; pero tanto el rey de Aoxtduzz, como el de Spoks se habían negado en repetidas ocasiones; ahora, las nieves se habían retirado y en vista de una nueva amenaza por parte de Keilan, los otros dos reyes se unían con un matrimonio arreglado, cada uno con distintas ideas pero con un mismo propósito.
La comitiva de la princesa Kaira se acercó a las puertas del castillo después de haber atravesado con la salida del sol un rato antes, las de las gruesas murallas externas y luego pasar por las puertas de la fortaleza, donde en una de las altas torres de vigilancia se encontraba el rey con su primer general observando. Se detuvieron ante esos altísimos y pesados portones de gruesa madera y empezaron a descender de los caballos.
El rey seguido de su amigo se apresuró a llegar para recibir a su futura esposa y a sus acompañantes; pero cuando esperó que de la litera se bajara una muchacha, esto no sucedió, de allí se bajó un hombre con más de cincuenta otoños encima, al que unos siervos se apresuraron a ponerle una alfombra para que posara sus inmaculados pies; este dio unos cuantos pasos hacia el rey, el cual vestía como guerrero de los pies a la cabeza, salvo la enorme capa de azul y oro que caía de sus hombros. El hombre de la litera se detuvo y tomando un rollo que un siervo le alcanzó lo desató y desenrolló para luego comenzar a leer
-Excelentísimo rey Vardem de Aoxtduzz; me presento ante usted como embajador del reino de Spoks presidido por su majestad el honorable rey Salum – el hombre hablaba a toda voz, como era la costumbre – he traído a usted la prenda más valiosa que posee el reino, la muy afortunada y bendecida princesa Kaira, a fin de que se convierta en su esposa, tal como se acordó en el tratado de los dos reinos dado a los 209 nuevos soles de este tiempo. Junto con la princesa se ha traído al gran rey un presente de oro y joyas elaboradas por los mejores orfebres y joyeros del reino de Spoks – tres siervos con bandejas de plata cargadas con tesoros se adelantaron ante el rey para entregarle el presente, Vardem hizo una seña a sus siervos para que recibieran las bandejas – a sus establos se han conducido tres hermosos caballos de los mejores ejemplares del establo del rey Salum, más el caballo favorito de la princesa que ha puesto también a consideración de las preferencias del honorable rey Vardem; se ha hecho entrega a sus guardianes del ganado, 14 toros de la mejor apariencia y 50 cabras lecheras con sus crías; también acompañarán a la princesa en su estadía en este lugar 3 siervos y 4 siervas que serán también siervas de mi señor el rey de Aoxtduzz.