La lluvia cae sobre nosotros creando una atmósfera mucho más deprimente y nuestras lágrimas parecían no acabarse o bueno para mí padre en este caso, quien es el más afectado por venir a ver a su difunta esposa. Han pasado años desde la muerte de mi madre y se siente como si fuera sido ayer que la vida nos la arrebató.
Él cae de rodillas frente a su tumba y deja dentro del florero un ramo de peonias las cuales en vida fueron sus favoritas. La sombrilla tuve que bajarla un poco para evitar que Erick coja alguna neumonía.
—Mi amada Elizabeth…
El amor que padre sentía por mi madre es el que yo espero tener algún día en mi vida. Sin importar cuantos años tenga ella bajo tierra él continuaba amándola como el primer día de su matrimonio.
Elizabeth Martínez.
“Has cruzado un puente al que no tengo permitido ir pero no importa, cuando menos te lo esperes estaré danzando contigo bajo un árbol de cerezos viviendo una vez más nuestro amor”
💐12/04/.
24/10/.💐
Él conoció a mi madre en sus años de niñez cuando asistieron al mismo campamento de verano y según mi padre sintió esa chispa desde la primera plática. Ella adoraba a mi padre por sobretodo y por supuesto a su mejor amigo Aiden, quien al conocer a Erick fueron inseparables.
Aiden Clark es amigo de mi padre desde niños y juntos conocieron a mamá en el campamento, Aiden cuando yo estaba más pequeña me contaba muchas de sus anécdotas con mi madre y lo mucho que la quería según él mi madre era como una hermana pequeña a la cual aún extraña.
Erick no fue del agradó de mis abuelos maternos por lo que esperó a que mi madre tuviera su mayoría de edad para casarse con ella y llevársela lejos de todo el caos de su familia. Fueron felices en sus primeros años de matrimonio hasta que se enteraron que yo venía en camino. Fui la dicha de mi pequeña familia durante los nueve meses hasta el día del parto…
Mi madre presentó dificultades y la doctora se sometió a una fuerte decisión: quien de las dos sobrevivirá. Erick pidió salvar a su esposa y a su hija pero lastimosamente a la media hora mi madre entra en un shock dándome a luz perdiendo su vida por traerme a mi.
Mi padre había quedado sin esposa y con una recién nacida a su cuidado. Era difícil lo que tuvo que pasar pero afortunadamente contó con la ayuda de Aiden y de su madre Milagros. Ellos le brindaron toda la ayuda que mi padre necesitó.
Y aquí estamos; yo saliendo del instituto para entrar a mi etapa universitaria y mi padre sobrellevando su vida como hace desde que perdió a mi mamá.
Es esa la lealtad que una espera recibir de su pareja y es la que mi padre le da a mi madre después de varios años de fallecida.
—¿Aiden te ha llamado?
Estábamos de regreso a nuestra casa ya que tendríamos un almuerzo con Aiden y su madre.
—En la mañana me avisó que estaba a nada de regresar. —. Fueron sus palabras antes de sumergirse en un silencioso llanto.
Es esto lo que siempre sucede cuando Erick viendo a visitar a Elizabeth.
Todo termina en llantos y lamentos.
Los años pasaron y ellos seguían siendo mejores amigos, con la diferencia de que eran escasos los momentos que se veían ya que la residencia permanente de Aiden es en Alemania y la nuestra es en España.
En casa Erick va a la cocina a terminar de preparar el almuerzo para cuando Aiden junto con su madre lleguen. Yo estaba recostada en mi cama junto con mis peluches pensando en Aiden, si seguirá igual que hace años o habrá algún cambio notorio en su aspecto.
Tenía desde mis 15 años que no lo veía y sentía nervios, no se cómo vaya a reaccionar cuando lo vea en la puerta o que diré cuando pregunte. Nadie lo sabe pero desde siempre he estado enamorada de Aiden, no se cómo pasó solo se que un día lo supe cuando mi corazón bombeó con fuerza al verlo venir o cuando me abraza.
Es raro lo sé y no se cómo funciona eso del amor ya que nunca he tenido novio, a Erick nunca le pareció una buena idea tener parejas siendo todavía un poco joven e inexperta. Y le agradezco, me cuida muchísimo y yo solo debo pagarle con buenas calificaciones.
“¿Él se acordará de mi?”
Fui hacia mi escritorio para sacar de un cajón una fotografía antigua de Aiden junto con mi padre y madre; fue tomada en sus años de juventud. Él se veía tan guapo con sus ojos azules intenso y su cabello castaño brillante y sus gafas de pasta negra.
Le quería más de lo que puedo admitir.
Él me quiere como a una sobrina y ha funcionado así desde mi nacimiento y posteriormente a la pérdida de mi madre. Tengo vagos recuerdos de Aiden cuidando de mi en lo que mi padre cumplía con su trabajo en la empresa. En la vida podría despertar en Aiden algún sentimiento romántico y está más que claro, era consciente de que nunca me amará.
O al menos no como lo amo yo.
Le di vuelta a la fotografía encontrando un escrito.
Murcia en agosto.
¡Querido Erick!
He estado pasándola en grande en mis vacaciones por mi natal Murcia, recordando un poco más de mi infancia y de mi familia pero sin dudar os extraño a Eli y a ti. He hablado con mis padres para estar de regreso a Madrid cuánto antes y poder pasar lo que queda del verano con vosotros en Málaga.
¿Y mi hermanita Elizabeth? Han de estarla pasando cañón sin mi.
Bueno, sin más nada que os decir os veré pronto.
Aiden Clark.
En mis labios aparece una sonrisa un poco melancólica ya que luego de la muerte de mi mamá Aiden no sonrió más y mucho menos regresó a Murcia. Mi madre y él eran pertenecientes de allá y supongo que visitar su hogar le traen recuerdos de mi madre aún con vida.
Escondo la fotografía a dónde mi padre no pueda encontrarla y decido bajar para ayudarle un poco en la cocina y con el comedor en lo que aparecen nuestros invitados. Observé de reojo como picaba algunos vegetales lentamente en lo que escucha música clásica. Desisto en querer perturbar su paz por lo que voy hacia la sala de estar a ver algo en la televisión.
Editado: 29.08.2024