La semana se fue volando, Kelling Gadea en la empresa en sus prácticas, donde cada día le ponía de su empeño para entender nuevas cosas, entenderle a los demás comprobantes de diario, hacer y procesar las solicitudes de cheques, hacer las primeras retenciones en sus respectivas boletas, lo que era todo un mundo nuevo para ella, pues algo claro que le reportaba aquella nueva experiencia es que, en definitiva la universidad es otro mundo comparado al laboral, pero claro aunque a veces en lo interno le daban ganas de ponerse a llorar cuando no le entendía a algo y no quería preguntar mucho, porque le daba nervios, además de la actitud que el contador general mostraba a ella con ese inconformismo que no sabía por qué contribuía a sus inseguridades y que de por sí nuestra personaje era bastante insegura.
Pero trataba de poner toda su obstinación y no darse por vencida, por lo que trataba de echarse ánimos, como siempre fue, porque siempre era típico que le dieran muchas vibras negativas, diciéndole que no dilataría ni una semana. Sin embargo, ella estaba segura que no sería así y se los demostraría a todos, esos que siempre desconfiaron de ella, desde que puso un pie en primaria. Siempre fue la misma cantaleta, no te vas a promocionar ni de sexto grado, no iras a esa promoción, no tienen dinero, con costo para medio comer, luego fue no terminarás tu bachillerato, no lo vas hacer, cuidado y con una pansa es con lo que vas a salir, no te bachillerarás, no irás a la celebración, de dónde pagarán los gastos, pero de alguna u otra salían las cosas.
Después con el cuento de la universidad, no podrás, cuando se quedó un año cuando fue a por el curso de computación, varios dijeron –viste no vas a entrar – pero al siguiente lo consiguió, para que ir –para quedarte a medio camino y mal gastar lo que se invierte– así fue, pronosticándole que dejaría la carrera botada, que alguien iba a llegarle hacer el mal (intimar y dejarla preñada y sola) que como ni para trabajar daría la talla, le tocaría ir llorando a mares a rogar que volviese con ella y que a punta de sopa de muñeca (golpes) la iba a mantener el hombre.
Pero hasta esas fechas ninguno de los pronósticos salieron ciertos, había podido sacar su primaria y más bachillerarse con muy buenas notas y estaba en la universidad, haciendo aquellas pasantías que a su finiquito no sabía que le esperaría, pero ya era algo, pues ella estaba haciendo de tripas corazón además de esforzándose, con respecto a lo otro, tantas dificultades no le había dado tiempo ni de pensar en sentimentalismo, pues ningún novio había tenido, si enamorados, pero nada y también, al provenir de una familia creyente cristiana era virgen, ya que le enseñaron que intimar era hasta después del casamiento, pues de lo contrario estaría cometiendo un pecado muy grave como lo es la fornicación.
Así que nada de los malos comentarios había producido algo, a no ser un poco en las inseguridades de la joven, pero al ser tan terca no se dejaría doblegar así de fácil.
Por otro lado, Kelling Hernán se pasó toda la semana en las capacitaciones, donde todas terminaron a la misma hora 7:30 pm, donde ella llegaba a su hogar casi a las nueve de la noche, ya el viernes realizaron un examen, eso para medir la capacidad de los asistentes al lugar y así filtrar a aquellos que estaban aptos para asumir el cargo de docente.
Kelling hizo su mejor esfuerzo en el examen, esperando que todo saliera bien, que para su regocijo fue una de las seleccionadas y efectivamente ella sería parte del staff contratado para la docencia de lengua extranjera, a lo que Hernán saltaba de lo más feliz.
Por fin algo le salía bien, por lo que no dudó en compartir su contento con su familia, la cual también se alegró, hasta la mala cara que mantuvo Benjamín se fue, y todos disfrutaron de la buena nueva de la chica.
Josh, no había quedado tan bien con Marcos de la última vez, pero el fin de semana hablaría con René y Alfonso para el domingo en la tarde los tres ponerse en el plan, pues no le gustaba nada ver a su amigo fumando, era un mal indicio.
En otro asunto, el joven ya tenía toda su documentación lista, pues el día que le tocaba retirar el certificado, pidió dos horas de permiso, lo que, Rafael le concedió, ahora estaba en la tarea de buscar bacante en los periódicos e internet, para ver que le salía. Aunque el asunto con su amigo no lo dejaba tranquilo, pero esperaba que él comprendiese.
****
Retomemos a nuestra desaparecida Martha…
Martha después de su periodo de mejoría parecía que descendía por una montaña rusa, con constantes altibajos, pasaba momentos de depresión, donde su creencia la mandaba por la borda, para luego de sentirse sola llorar como una niña rogando perdón e intentar retomar el rumbo.
Así pasó en su trayecto, había medio podido retomar su amistad con sus viejos amigos, pero ya no era como antes, la frustración era algo que la agobiaba muy a menudo, lo que la llevaba a estar en un limbo de sentimientos encontrados.
Sin embargo, ella trataba de sobre ponerse y seguir un camino, el que consideraba correcto, aunque con las múltiples dificultades de la vida y los fantasmas del pasado que llegaban de vez en cuando, cuando débil estaba, retornaban para atormentarla. Las peleas con Josefina eran variables, a veces todo estaba en armonía otras no, todo era tan repentino; por esto la chica su mejor forma de aferrarse era a sus amistades, pues a veces era lo que le llevaba calma de llenar esa falta de afecto que sentía y la agobiaba, pues tristemente sentía como su relación con Dios no era la misma y eso le dolía, pero últimamente las cosas no le salían bien, lo que le costaba tener ese vínculo.
#11662 en Joven Adulto
#45098 en Novela romántica
amor y desamor, sufrimiento y lucha, amor incondicional y felicidad
Editado: 02.10.2020