22 / MARZO / 2019
Algunas veces miro la luna y me pongo a pensar que parece la sonrisa de un gato de Cheshire, que se encuentra a miles de kilómetros de distancia y me sonríe. Quizás es algo tonto e incoherente, pero cada vez que lo pienso, suena tan gracioso y hermoso al mismo tiempo, como si algo pudiera ser tan impresionante.