Lo que el destino unió

Capítulo 18

Logan

 

levantarse de madrugada a causa de la sed es lo último que vuelvo hacer en la casa de mi mejor amigo, solo por su alocada hermana. Es que es en serio, ¿A quien en su sano juicio se le ocurre estampara un jarrón en la cabeza de alguien? Solo hay una persona que sea capaz; April.

―¿Qué mierda hicistes April? ―exclame con dolor. La cabeza me estaba lanzando punzadas en la zona afecta y lo único que hacía era reírse de mi desgracia.

Tuve que apoyarme contra la encimera, ya que todo a mi alrededor empezaba a darme vueltas. April se acercó lo más rápido que sus piernas le permitieron e hizo que me mi brazo derecho se apoyara en sus hombros.

―¡¿Qué hice?!¡ Estás sangrando! ―la preocupación era muy notable, pero la ignoré; lo más importante en ese instante era que la cabeza me iba a explotar y el dolor que sentía era peor que la resca.

 

«Si llego a salir bien librado de esta, juro no volverme a subir a un auto donde April esté conduciendo. ¡Es un maldito peligro al volante!»

El olor a hospital no tardó en hacerse presente, hacia unos pocos minutos que habíamos llegado. April había sido tan considerada que volvió con un enfermero, este se la estaba comiendo con la mirada ―no sé si ella ignoraba dicha acción o le daba igual― pero a mi la situacion me encoleriza. Si ya tenía un dolor de cabeza insoportable por el golpe ahora se le puede sumar otro y más grande.

El enfermero nos dejó a ambos en el box 22, diciendo que en seguida vendría un doctor a atenderme. Un silencio incomodo se formó entre nosotros, ninguno de los dos era capaz de emitir palabra alguna. 

 

Cuando el doctor, junto al mismo enfermero, entraron al box, le pedí a April que se quedara a mi  lado. Sabía que las curaciones me iban a doler y al menos teniendola a ella intentaría fingir que no dolía, después de todo era mi orgullo de hombre el que estaría en juego.

―¿Qué le pasó? ―me preguntó el doctor. 

―Una loca me atacó mientras estaba en la cocina bebiendo agua ―mi vista se posó en April, ella estaba sonrojada y mirando hacia otro costado.

―Pue esa loca ha tenido buena puntería y mucha fuerza ―la mirada volvió a recaer sobre April. Si antes, ella ya había adquirido un color carmesí ahora ya era un tomate con piernas, que por cierto son muy lindas.

Antes de marcharnos el medico me receto unas pastillas para prevenir el  dolor y algún que otro consejo.

Para mi desgracia April insistió en que saliera en la silla de ruedas, con la que había entrado al principio, ya que le daba miedo que los medicamentos que  me había aplicado para disminuir las punzadas hicieran su efecto y me diera otro golpe. El mismo enfermero me llevó hasta el aparcamiento y me subió en el sitio del copiloto.

Antes de marcharse se acercó a April y le extendió un papel, ella se lo guardo y le regaló una amplia sonrisa.

 «Ni a mi, que me conoce desde hace más años, nunca me a regalado una sonrisa tan sincera.»

 

Nada más entrar a la mansión me estiré en el amplio sofá del living, mis ojos empezaban a pesarme y lentamente me dejé llevar por el sueño.

 

¿A caso son celos los que estoy viendo o solo es imaginacion mia?🙈



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En el texto hay: destino, romance, carrerasilegales

Editado: 14.02.2023

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