Lo que el destino unió

Capítulo 40

Chelsy

La semana y media en Tenerife se me pasó volando, a pesar de que no pudimos hacer una actividad que teníamos programadas por el mal tiempo, no le quitaba lo maravilloso que fue el viaje. 

Ahora solo me rio al recordar lo difícil que fue prepararnos el equipaje, no puedo entender cómo fue que volví con otra maleta más porque se me pasó la mano comprando; ya sean recuerdos o ropa ―era pasar por cada tienda y quedarme embobada con algunos escaparates―, incluso alguno de los chicos se reían por mis reacciones y para ser sincera no me importaba porque después era yo la que reía cuando ellos se quedaban esperando por nosotras.

―¿Cuando le dieras a tus padres que vuelves con nosotros a Liverpool? ―preguntó mi abuela, antes de llevarse un puñado de palomitas a la boca.

Liam se había quedado dormido después de media hora, era normal había pasado un buen rato jugando con unos niños en el parque y se le habían agotado las pilas.

―Se lo tengo que decir antes de irme, eso es muy obvio, pero se me está agotando el tiempo y no encuentro la forma de informarles…

―Cariño, ellos lo van a entender; tu decisión la tomastes antes de que ellos despertaran y tu sentías que no te quedaba nada suficientemente fuerte para quedarte ―dejó el bol de palomitas en la mesa y me dio un abrazo, de aquellos que te reconfortan y te dicen que todo va a salir bien―.Y a pesar de que las cosas, entre tu y mi hijo, no estén bien sé que te va a apoyar.

―No lo sé iaia, desde que le confesé lo de Liam no me habla ―bajé la mirada, aunque no lo aparentaba su indiferencia me afecta y mucho― de seguro está decepcionado de mi.

―No lo está, solo que es muy difícil aceptar que tu niña de la noche la mañana ya es toda una mujer madura y además que ya es abuelo; eso no se lo esperaría nadie.

―Sé que no es nada fácil aceptarlo, pero debería darme la oportunidad de explicarle lo que pasó; aunque yo tenga los recuerdos algo confusos.

―Creeme que lo va hacer, después de todo yo conozco muy bien a ese tonto e impulsivo ―ambos soltamos unas carcajadas y seguimos con la película.

 

El tiempo cada vez se iba agotando, los días se me pasaban volando y yo iba pensando en como se lo iba a decir a mi familia y amigos ―porque hasta el momento solo lo han sabido mis primas y April―. Sé que quizás no se lo tomaran de la mejor manera pero de igual forma es mi futuro el que está en juego y quiero aprovechar la oportunidad que tengo.

―¿Me estas diciendo que volverás ha hacer otra reunión para explicar lo que vas hacer con tu vida?

―Sí, pero esta vez también estarán los amigos más cercanos.

―Lo entiendo ―afirmó mientras se tapaba la cara con el oso de felpa que me había regalado su hermano― pero ¿ sabés que a tus pretendientes la va a dar algo cuando lo sepan?

―April tiene razón, se llevaran una gran decepción cuando se enteren que te iras. 

―Dejad de decir idioteces ―exclamé con enojo, quizás sí tenían razón en que le interesaba a Austin, pero no lo iba a admitir en voz alta porque eso significaría cavar mi propia tumba. Después señalé a April―, creí que tu y yo ya habíamos zanjado ese tema ―rodé los ojos, aún sabiendo que ellas no me iban a ver.

―No lo zanjamos, tu solo dijistes que te dejará dormir.

Le lancé el vestido rojo que tenía en la mano ―recién lo había sacado del clóset, ya que estaba preparando mi maleta― y con la buena puntería que tenía le dí en la cara. Liam que estaba sentado en la cama, jugando con el delfín que le regaló Austin, también se puso a reír por lo que le hice a su tía.

―¿Por qué te ríes de las desgracias de tu tía? ―le cuestionó al pequeñín con un falso enojo.

April espero unos segundo a que Liam le respondiera pero mi hijo no dijo nada, ante eso mi amiga empezó a hacerle cosquillas, la habitación comenzó a llenar de risas y de Liam pidiendo ayuda.

―¡Hee-lp meee 

Intentamos hacer que April parara con las cosquillas pero todo nuestros intentos fueron en vano porque al final todo acabó en una guerra de cosquillas hasta que mi madre abrió la puerta de la habitación por el escándalo que haciamos.

―¿Qué está pasando aquí?

―Nada ―contestamos las tres al unísono, como era de esperar ella no creyó en nuestra respuesta y entró a la habitación, su cara fue de sorpresa al ver que la habitación estaba patas arriba; ropa tirada por el piso, encima del escritorio, la maleta abierta a medio llenar…

―¿Que significa todo este desastre Chelsy Margaret Evans Carter ?

―¿Se llamas Margaret? ―preguntó April sin quitar la vista de mi madre.

―¡Claro que no! ―exclamé con un infigido horror― Solo que a mi madre le hubiera encantado ponerme Margaret por una persona que fue importante para ella.

―Ahora si, algien me puede decir que ha pasado en esta habitación; parece que se ha pasado un huracán por aquí y nadie se ha dado cuenta.

―Nosotras saldremos al jardín ―dijo mi prima antes de que se llevará a Liam con ellas, cerraron la puerta y supe que ese era el momento para decirle a mi madre lo que estaba a punto de pasar en mi vida.



#47437 en Novela romántica
#31267 en Otros
#4453 en Acción

En el texto hay: destino, romance, carrerasilegales

Editado: 14.02.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.