Capítulo 1
En el internado Amenofis Hasta el año pasado había una valla que separaba el sector masculino y femenino. Algunos encontraban maneras de conseguir saltar esa valla. Llegaban a hacer hoyos incluso. Y electrificaron la valla y muchos se hicieron grandes quemaduras. Yo como de costumbre seguía las reglas, quería contentar a todo el mundo, a mis padres, profesores… una vida aburrida como piensan todos mis compañeros. Mi único objetivo consistía en estudiar, estudiar y empezar de cero en una universidad. El caso fue que el año pasado desapareció un chico en su intento de traspasar esa valla. Los rumores cuentan que intento traspasarlo a través del pozo. Su novia estaba en zona de chicas se comenta que esperándolo pero nunca llegó. Ella no quiere hablar del tema bajo ningún concepto así que todo es un misterio. Algunos apuntan que ella pudo tener algo que ver en su muerte, quizás el descubrimiento de alguna infidelidad. Yo, personalmente lo dudo. Nadie finge tan bien el sufrimiento y parecían muy enamorados.
Los directores han optado en este año 2018 eliminar la valla para que ningún incidente vuelva a suceder. Sinceramente que se uniera el ala de chicos y chicas me era indiferente. Yo seguiría centrada en mis estudios o eso creía.
Septiembre 2018, primer día de clase
Comenzamos con clase de física, profesor que no me cae especialmente bien.
-Buenos días alumnos y alumnas, pónganse en parejas mixtas para realizar un trabajo por grupos y cuando digo mixtas me refiero a chico con chica.
-Discúlpeme profesor Rodríguez, nosotras ya tenemos pareja de trabajo desde los 3 años e imagino que ellos también – apuntó la alumna Teresa González, la alumna más repelente de todo el ciclo
-Señorita González no se si es consciente pero ahora la clase es un grupo mixto así que deberán acostumbrarse a eso y dado que veo que no se decidirán nombrare yo a las parejas.
-Sergio salvador con Priscila Serrano, Úrsula Fernández con Omar Sánchez..
-ya no oí más porque me di la vuelta para averiguar quién era el tal omar que sería mi compañero en este trabajo y quien sabe si en alguno mas
Omar era el chico nuevo con ojos claros, pelo castaño y altura 1, 80 más o menos. Lo veía muy alto o al menos alto desde la perspectiva de una chica bajita.
No es que estuviera incomoda en presencia de género masculino pero Omar tenía un halo misterioso que te hacía sentir pequeña en su presencia.
Los alumnos se empezaron a colocar con sus respectivas parejas.
-Bueno eh… hola soy Úrsula, encantada Omar- y Le ofrecí la mano a modo de saludo
-Ya he oído su nombre cuando lo dijo el profesor Rodríguez
-Ahh bueno – me quede con cara de tonta por su brusca respuesta.
Su voz sonaba muy grave como la de un hombre mayor y no un adolescente de 18 años, aunque quizás su voz había evolucionado rápido.
Alguien abre la puerta de la clase con urgencia, debe ser la secretaria.
-señorita Rodríguez, su padre ha venido a hacerle una visita. Salga un momento, por favor.
Todos murmuran y el profesor les manda callar.
Ya empieza la pesadilla… ni durante el año escolar puedo escapar de ella.